Si no soy elegido, habrá derramamiento de sangre. “Esto será un baño de sangre para el país”, dijo Trump en un mitin en Ohio, el primero desde que alcanzó el viernes las cifras necesarias para convertirse en el candidato republicano a la Casa Blanca. El magnate neoyorquino no aclaró a qué se refería con estas palabras, que pronunció mientras prometía medidas de protección para los coches fabricados en Estados Unidos.
También le puede interesar: Trump acude a corte de Florida para que desestimen cargos relacionados con documentos secretos. En su discurso en Ohio, el republicano llamó como rehenes a los arrestados por atacar al Congreso y prometió que los perdonaría si regresaba a la Casa Blanca. También repitió sus insultos hacia los inmigrantes, llamándolos delincuentes y cuestionando si eran seres humanos.
No sé si se les puede llamar personas o no. Creo que en algunos casos no es humano, pero no puedo decirlo”, dijo. La campaña de Biden respondió con un comunicado en el que calificaba a Trump de perdedor y le acusaba de querer repetir el ataque al Capitolio.
El mensaje del Partido Demócrata decía que el pueblo estadounidense le infligirá otra derrota electoral en noviembre porque continúa rechazando su extremismo, su tendencia a la violencia y su sed de venganza. El pasado martes, Trump obtuvo suficientes delegados en las primarias para asegurar matemáticamente su nominación a la presidencia en la convención republicana del próximo mes de julio. Entre otras declaraciones controvertidas, el republicano prometió convertirse en dictador en su primer día en el cargo y sugirió que alentaría a Rusia a atacar a las naciones de la OTAN que no cumplan con sus cuotas de gasto en defensa.