La policía estadounidense está intentando localizar un camión robado que contiene dos drones, seis armas, 4.000 dólares en efectivo y un viejo iPhone 11. Una mujer estadounidense recibió cuatro millones de dólares por un jurado de Colorado después de que el Departamento de Policía de Denver (DPD) registrara su casa sin orden judicial ni investigación adecuada y por un delito que no se había cometido. Según la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), que presentó la denuncia, el incidente comenzó el 4 de enero de 2022, cuando se formó un equipo de operaciones especiales (SWAT) frente a la residencia de Ruby Johnson.
A través del altavoz le ordenaron que se marchara con las manos en alto. Johnson, de 78 años, vestía albornoz, gorro y pantuflas en ese momento, obedeciendo órdenes mientras la policía armada con chalecos antibalas y armas automáticas registraba minuciosamente su casa. El denunciante dijo que la policía estaba tratando de localizar un camión robado el día anterior que, según el propietario, contenía dos drones, seis armas, 4.000 dólares en efectivo y un viejo iPhone 11.
La víctima, Jeremy McDaniel, utilizó la aplicación Find My, integrada en los dispositivos Apple, para intentar encontrar el paradero de su teléfono y posiblemente del resto de sus objetos. Como resultado, el sistema de seguimiento determinó que su ubicación aproximada estaba en algún lugar cercano a la Sra. Johnson.
Mientras ‘Find My’ advierte a los usuarios que no puede determinar la ubicación exacta de un dispositivo perdido, el detective del DPD Gary Staab obtuvo una orden de registro para la casa del septuagenario, revisada y aprobada por el sargento mayor Gregory Buschy. Ambos agentes aparecen como imputados en la demanda. La ACLU alega que el registro de la casa se basó en un documento no válido y mal completado.
Staab no abordó las limitaciones de la tecnología de Apple y el jurado concluyó que la orden que autorizaba el registro de la propiedad no estaba respaldada por una causa probable. El veredicto en ese caso, emitido a principios de este mes, encontró que Staab y Buschy actuaron con desprecio deliberado y sin sentido. ‘La policía no sólo violó la privacidad de la víctima y destruyó algunas propiedades durante la búsqueda, sino que también le quitó la sensación de seguridad en su propia casa’, dijo Deborah Richardson, directora ejecutiva de la ACLU, obligándola a mudarse.
Por lo tanto, el tribunal decidió compensar a Johnson con 3,76 millones de dólares en virtud de la nueva ley de Colorado que permite a los ciudadanos demandar a la policía por violar los derechos constitucionales de su estado. La semana pasada, sin embargo, un juez de Denver aumentó la indemnización a 4 millones de dólares, confirmó su defensa. “Si bien el resultado de este juicio no deshará por completo el daño causado por ese fatídico día, sí nos acerca a la justicia para ella y otras personas cuyas vidas se perdieron”, dijo Richardson, quienes fueron cambiadas debido a la mala conducta policial.