TEXAS. — La Corte Suprema de Estados Unidos, impugnada por jueces liberales, falló a favor de Texas, autorizando una ley que permite a la policía detener y deportar a inmigrantes detenidos sospechosos de ingresar ilegalmente a su territorio. ⇒ La legislación, conocida como SB4, podría entrar en vigor cuando se escuchen los argumentos de una demanda presentada por la administración del presidente Joe Biden y organizaciones de defensa de los inmigrantes.
La Corte Suprema, con tres jueces liberales en desacuerdo, denegó una solicitud de emergencia de la administración de Joe Biden, que argumentaba que los estados no tienen la autoridad para elaborar leyes de inmigración, un asunto sobre el cual el gobierno federal es la única autoridad. El tribunal está dando luz verde a una ley que alteraría el antiguo equilibrio de poder entre los gobiernos federal y estatal y sembraría el caos, dijo la jueza liberal Sonia Sotomayor en una opinión disidente. Los jueces Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson también discreparon del fallo.
⇒ La mayoría no explicó su razonamiento, pero una de los jueces conservadores, Amy Coney Barrett, escribió por separado para señalar que el tribunal de apelaciones aún no se había pronunciado sobre la cuestión. Según medios locales, el máximo tribunal de Estados Unidos allanó el camino para la implementación de la SB4 al dictaminar que un tribunal de apelaciones debe revisar primero el proceso para determinar si una ley aprobada por el gobernador es constitucional o no. Expertos en derecho internacional coinciden en que la ley de Texas podría dar lugar a una disputa legal con el gobierno mexicano, pues el gobierno de Texas ha dado luz verde para permitir el ingreso a territorio mexicano de miles de personas, sin importar su estatus migratorio o su nacionalidad.
La administración de Joe Biden presentó una demanda para revocar la ley, argumentando que era una flagrante violación de la autoridad federal, dañaba las relaciones internacionales y creaba caos en la aplicación de la ley de inmigración. Mientras tanto, Texas argumenta que tiene derecho a tomar medidas contra lo que el gobernador Greg Abbott llamó una invasión de migrantes en la frontera y el fracaso de Biden en hacer cumplir las leyes federales que castigan la entrada o el reingreso ilegal al lugar.