Hablo con este prestigioso periódico en mi calidad de abogado español de MM. Jesús Barderas Martín y Abraham Hazoury, en cuyo nombre presenté dos casos que fueron aceptados separadamente por el Juzgado de Primera Instancia nº 8 de Málaga, (España). Desde el principio mis clientes no tenían intención de hacer ninguna declaración porque creían que era el tribunal el que debía intervenir para resolver las cuestiones jurídicas.
Don Jesús Barderas y don Abraham Hazoury se mantendrán al margen de cualquier controversia extrajudicial, aunque es mi deber, como representante de sus intereses, resaltar su absoluta oposición a la utilización de los medios de comunicación como foro alternativo. Puede leer: FEDDA pide a IYCF incluir derechos animales en debates presidenciales y del Congreso Sin embargo, Miguel Ángel Ordoñez no debe pensar así, porque mi cliente me informa que, una vez más, este periodista ha acudido a los medios de comunicación, incluido aquel con el que tuve el honor de hablar, afirmó que estaba siendo perseguido. , donde denunció que Don Jesús Barderas y Don Abraham Hazoury lo perseguían por la publicación de un libro.
En diversos medios dominicanos, el citado imputado, Miguel Ángel Ordoñez, denunció una campaña de intimidación por parte de Hazoury y Barderas. He conocido los detalles de su situación legal en República Dominicana. El 28 de marzo de 2022, MM.
Jesús Barderas Martín y Abraham Hazoury presentaron una denuncia penal por difamación e injuria a Miguel Ángel Ordoñez, a través de su abogado dominicano, Luis Miguel Pereyra, ante la Sala Novena de la Sala Penal del Tribunal de Primera Instancia del Distrito Nacional. Luego de seis audiencias, la última el 20 de febrero del presente año, no compareció Miguel Ángel C/Mar Egeo No. 16, 2º B 28221 Majadahonda Teléfono 607.40.02.61 E-MAIL.; alfaristondo@hotmail.es Ordoñez, el Tribunal aplicó las medidas procesales previstas en el artículo 100 del Código Procesal Penal dominicano contra el imputado rebelde, lo declaró ausente y luego ordenó su inmediata detención inmediata y se le prohibió salir del territorio dominicano, en caso de tener que regresar como forma de garantizar que el juicio se lleve a cabo.
Lo sorprendente es que Ordoñez se arrepienta de haber sido declarado ausente, a pesar de que no fue debidamente citado a su domicilio en España, como debía estar acostumbrado, ya que el juzgado de Málaga también le citó a su casa cuando interpuso la denuncia en su nombre. de mi cliente, los señores Barderas y Ordoñez tampoco estuvieron presentes en esta diligencia, argumentando entonces que no había sido citado debidamente. El tribunal español rechazó su solicitud y el proceso continuó sin que Ordoñez respondiera a la solicitud.
Llama la atención que Miguel Ángel Ordoñez se queje de ser víctima del accionar de la Justicia, porque si hubiera acudido muchas veces a la citación no habría sido considerado víctima de la represión. No devolvió las llamadas de jueces y tribunales, pero se mostró dispuesto a comparecer ante los medios. Sin embargo, esta cuestión conflictiva debe resolverse en el ámbito jurídico.
De lo contrario, es difícil imaginar dónde y cómo planea resolver el problema. La presentación del tribunal nunca puede verse como un acto de intimidación, sino como un sometimiento a los jueces que deben fallar. Es el resultado de que los ciudadanos tengan la libertad y el uso correcto de las armas legales en un Estado regido por la ley.
Cualquier otro método es completamente inaceptable. Si Miguel Ángel Ordoñez cree que tiene razón en este conflicto deberá acudir a los tribunales y ser juzgado, situación en la que se demostrará que sus afirmaciones son falsas y que sus afirmaciones son difamatorias, injuriosas y perjudiciales para su responsabilidad civil y penal. .
. La sorpresiva aparición del periodista en varios medios dominicanos tras su orden de arresto confirmó que sabía que tenía deudas pendientes con el Ministerio de Justicia dominicano. En cualquier caso, el ruido mediático provocado por Miguel Ángel Ordoñez no cambiará la firme decisión de mi cliente, MM.
Barderas y Hazoury, continuaron las diligencias iniciadas para defender su honor sin entrar en el juego de la declaración o declaración.media. Don Alfredo Aristondo Maruri Abogado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número 42.623.