Estados Unidos ha advertido de un inminente atentado terrorista en Moscú, como el tiroteo de este viernes en un concierto de rock. A una semana de las elecciones presidenciales rusas (15-17 de marzo), la embajada de Estados Unidos advirtió que grupos extremistas planeaban atacar grandes concentraciones en territorio ruso en los próximos días. La advertencia fue tomada en serio por los representantes del Reino Unido que aseguraron que estaban siguiendo de cerca la información.
Posteriormente, otras embajadas como la de Alemania, Países Bajos y Letonia pidieron a sus ciudadanos tomar estrictas medidas de seguridad ante posibles ataques a Rusia. Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, consideró el anuncio como un intento de intimidar y desestabilizar a la sociedad. Permítanme recordarles las recientes declaraciones francamente provocativas de muchas autoridades occidentales sobre la posibilidad de ataques terroristas en Rusia.
“Todo esto parece un acto flagrante de chantaje y un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad”, dijo Putin esta semana durante una reunión con la máxima dirección del Servicio Federal de Seguridad (FSB). Sin embargo, el Kremlin afirma haber sido informado del ataque terrorista tan pronto como comenzó el tiroteo. El portavoz presidencial, Dmitry Peskov, dijo que desde los primeros minutos del incidente en el Ayuntamiento de Crocus, el presidente fue informado del inicio del tiroteo.
Peskov añadió: “El presidente recibe constantemente información a través de todos los servicios pertinentes sobre lo que está sucediendo y las medidas adoptadas. Concluyó que el presidente había dado todas las instrucciones necesarias. Este viernes por la tarde, un tiroteo acompañado de una explosión durante un concierto de rock en Moscú dejó al menos 40 muertos -según cifras oficiales- hasta las 21.00 horas.
Al menos tres personas vestidas de camuflaje dispararon con armas automáticas en el centro comercial Crocus City Hall, donde tuvo lugar un concierto del grupo Piknik, que actuó en Crimea y tiene prohibido actuar en Ucrania. Inmediatamente después del disparo, se produjo una explosión y se produjo un incendio que destruyó al menos un tercio del edificio. Se estima que podrían haber unas 6.200 personas cuando se agoten las entradas.
El Ayuntamiento de Moscú ha suspendido todas las actividades previstas para este fin de semana en la capital rusa. ‘He tomado la decisión de suspender todas las actividades deportivas, culturales y otras actividades importantes este fin de semana en Moscú’, escribió el alcalde Sergei Sobyanin en Telegram. Por su parte, la Agencia Federal de Transportes señaló que los cuatro principales aeropuertos de Moscú han incrementado las medidas de seguridad con un control más exhaustivo de los grupos de entrada, así como de todo el perímetro de las instalaciones.
