Dos minutos y veinte segundos es el tiempo que necesita para acabar con todos los rumores sobre su estado de salud. Un experto comparte detalles AV. Tras una larga audiencia, Kate, princesa de Gales, reapareció en un vídeo para anunciar al mundo que le habían diagnosticado cáncer, expresando su agradecimiento a su marido y a su familia sin dar información detallada sobre su grave enfermedad.
Y en dos minutos y veinte segundos disipó todas las especulaciones sobre el estado de su salud. La escena se desarrolla en un frondoso jardín, símbolo de vida y esperanza, decorado con narcisos, flor que simboliza la lucha contra el cáncer. Kate estaba sentada en un banco del parque, vestida de forma sencilla y con un ligero maquillaje, resaltando su humanidad más que su título de Princesa de Gales.
Esta aparición en el vídeo atrajo la atención mundial y generó mensajes de apoyo y solidaridad de otras figuras. Para analizar los mensajes ocultos en el lenguaje no verbal, el equipo de Listín Diario entrevistó a Julio C. Monteverde, consultor especializado en comunicación estratégica, psicología y neurociencia aplicada a la educación y el aprendizaje.
A la hora de analizar el lenguaje corporal de una persona, no podemos limitarnos a evaluar gestos o comportamientos individuales. Hay que fijarse en el contexto y en las pistas mecánicas para interpretar lo que cada uno quiere comunicar y lo que intenta ocultar, explica el experto. Además, enfatizó que aunque la Princesa de Gales atraviesa un momento difícil, no puede desviarse del estricto protocolo asociado a su cargo, que no puede ser ignorado.
Aquí están las señales de Monteverde: Al inicio del video vemos una imagen muy cuidada, sin formalidades, la luz es brillante pero cálida, podemos ver claramente que es una mañana muy temprana, en comparación con el amanecer, se siente como renacer. El cabello está cuidadosamente peinado pero suelto para no crear sensación de rigidez, transmitiendo humanidad, frescura y cercanía. Sin mucho movimiento y con pausas muy puntuales y medidas, destaca el exceso de control de los gestos de sus manos, provocando que se arrodille para disimular gestos nerviosos o para controlar sus emociones.
Este gesto pretende ser calmante y es una forma de mantener la compostura y ocultar cualquier ansiedad o malestar. También vemos sus ojos cerrados, no muy abiertos, una mirada deliberadamente controlada, que también puede ser signo de intensidad emocional, mostrando que está experimentando emociones fuertes, como frustración o concentración excesiva. A las 00:48, mira hacia abajo en una especie de movimiento reflexivo, para indicar que está introspectiva o perdida en sus propios pensamientos, procesando la información claramente compleja que transmiten.
En el minuto 1:20 menciona la frase: Estoy bien, esbozando una sonrisa para acompañarla, para recuperar la compostura y transmitir esperanza y ganas de mejorar, gesto que ella mantuvo hasta el final, sobre todo cuando habló. sobre su marido, el príncipe William. Ciertamente es un mensaje que requiere mucha preparación, pero eso no significa que no sea sincero o auténtico.
Se trata ciertamente de una situación difícil y aplaudo la valentía de combinar la vulnerabilidad y la fragilidad humanas con la firmeza y la responsabilidad de la Princesa. Voz experta Julio C. Monteverde es abogado y consultor especializado en comunicaciones estratégicas y psicología organizacional.
Conferencistas y conferenciantes internacionales. Orador principal. Experto en neurociencia aplicada a la educación y el aprendizaje.
Diplomado en inteligencia emocional, neurociencia y PNL educativa. Consultor en comunicación política y marketing en la gestión pública. Consultoría en marca personal y comunicación de marca.