Sacerdotes de la Arquidiócesis de Santo Domingo en la Misa Crismal del Jueves Santo. Jorge González Con cantos y alabanzas, el Arzobispo de Santo Domingo conmemoró el Jueves Santo, con la tradicional Misa Crismal en la Catedral de América, para conmemorar los últimos momentos de Jesucristo en la Tierra. Es la festividad cristiana que abre el Triduo Pascual, un período en el que la liturgia católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico.
En este acto se consagra y bendice el Santo Crisma, el cual será utilizado en las celebraciones del año litúrgico. El Óleo Santo es el aceite que se utiliza para ungir a los enfermos y a los que van a ser bautizados. En este día, los católicos conmemoran los acontecimientos de la Última Cena, el lavado de los pies, la institución de la Eucaristía y el sacerdocio y la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
Quizás le interese leer: La Iglesia llama a vivir la Semana Santa con humildad y sencillez Según el Evangelio, durante la Última Cena, Jesús se reunió con los doce apóstoles para despedirse de ellos. Fue durante este encuentro que anunció que uno de ellos lo traicionaría, dando a entender que era Judas Iscariote. Durante este encuentro, Jesús lavó los pies de todos sus compañeros, gesto que, para la Iglesia, es símbolo de devoción hacia los demás.
La historia aparece en el Evangelio de San Juan, 13. Los discípulos de Jesús se sorprendieron de esta acción y no entendieron del todo, entonces les dijo: Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y tenéis razón, porque eso soy. Porque si yo, vuestro Señor y Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.
Sin embargo, el momento más apropiado de la Última Cena es lo que la Iglesia considera la institución de la Eucaristía, uno de los siete sacramentos disponibles para los católicos. Con la Misa Crismal la Iglesia Católica comienza a celebrar los últimos cuatro días de la Semana Santa.