Le dieron al gobierno 48 horas para deportar a los haitianos ilegales de San José y La Mina. Cansados de los constantes robos presuntamente cometidos por haitianos, comunitarios de la zona de San José de La Mina, al sur de Santiago, han pedido a las autoridades migratorias que los deporten, en esta zona viven todos los haitianos. contra la ley, tras afirmar que muchos de ellos ponía nerviosa a esta comunidad.
Líderes comunitarios han dado a las autoridades de Migración de Santiago 48 horas para iniciar operaciones de deportación de haitianos indocumentados, quienes, dicen, han ocupado los barrios de San José y La Mina, pasando por otros lugares estrictos con obligaciones iniciadas con la expulsión forzosa de cada uno de ellos. Según ellos, el 60 por ciento de la gente que vive allí son haitianos.
El líder comunitario de la región sur, Fernando Muñoz, informó que en la comunidad de La Mina opera una banda liderada por haitianos en condiciones donde se almacenan elementos robados para luego trasladarlos en un camión con destino a Haití.
Dijo que efectivos de la Dirección de Investigación Criminal (DICRIM), la semana pasada desmantelaron un almacén donde encontraron decenas de motos desmontadas, listas para ser transportadas al vecino país. Muñoz argumentó que debido al mal comportamiento social de los inmigrantes indocumentados para mantener la paz y tranquilidad de los municipios de San José y La Mina, se vieron obligados a deportar a los haitianos que cometieron actos de convivencia no aptos. Luego del recorrido del equipo de prensa de Listín Diario, se pudo constatar una gran cantidad de negocios de propiedad haitiana, operando de manera ilegal, como la gestión de un prostíbulo, un casino, un motel y un bar.
Miembros de la comunidad informaron a este medio sobre el funcionamiento de un sitio de venta y distribución de drogas a cargo de haitianos indocumentados. Mientras que algunos haitianos criticaron las acciones de los líderes comunitarios para mantener a todos los inmigrantes indocumentados fuera del área.
Es el caso de Jeeremit Bolneet, quien dice vivir en la ciudad desde hace 36 años y que no todos los haitianos causan daños.
Dijo que allí nacieron sus hijos y se portó muy bien, por lo que no está de acuerdo con la idea de que todos deban pagar el precio de sus compatriotas que hacen cosas malas. Debido a la marginación y la pobreza, vecinos de los barrios de San José y La Mina, al sur de Santiago, exigen mejor trabajo comunitario y seguridad ciudadana.
