Hay una opinión positiva que se ha ido gestando con el tiempo. El vicerrector de Previsión Social de la UCA, Omar Serrano, afirmó en conferencia de prensa que el puntaje promedio que la gente le dio al régimen especial en una escala de 0 a 10 fue de 8,13. Según un estudio presentado este lunes por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), la mayoría de los salvadoreños apoya el régimen de emergencia del presidente Nayib Bukele como estrategia para combatir a los cárteles, pero la mayoría no estuvo de acuerdo con la suspensión de las garantías constitucionales.
Hay una opinión positiva que se ha ido desarrollando con el tiempo. El vicerrector de Previsión Social de la UCA, Omar Serrano, afirmó en conferencia de prensa que el puntaje promedio que la gente le dio al régimen especial en una escala de 0 a 10 fue de 8,13. La universidad dirigida por jesuitas es una de las instituciones educativas más prestigiosas del país, que mantiene una actitud crítica hacia el gobierno del presidente Bukele y publica periódicamente investigaciones independientes sobre economía, política y derechos humanos.
El estudio presentado el lunes es la segunda investigación de la UCA sobre el régimen de emergencia, que entró en vigor en marzo de 2022 como una dura medida contra el crimen y las pandillas en El Salvador. En cuanto a la confianza de los salvadoreños en la gestión del presidente Bukele, la gente le dio una puntuación de 8,68 en una escala de 0 a 10. En febrero, el presidente salvadoreño se postuló -a pesar de que la Constitución del país lo prohíbe- y ganó con más del 84% de los votos.
Según un estudio de la UCA, durante la evaluación del segundo año del régimen especial, sólo 9 salvadoreños de cada 100 dijeron no sentirse favorables. Pero el Viceprimer Ministro Serrano dijo que la aceptación del régimen de emergencia por parte de la gente se debía en gran medida a su falta de comprensión de las garantías constitucionales suspendidas. Al explicar a los encuestados lo que implica una suspensión de derechos, el 65% dijo que no estaba de acuerdo con la opinión de que las detenciones deberían realizarse sin orden judicial, y el 63% dijo que no tenía derecho a defenderse, mientras que el 71% no está de acuerdo.
aceptar ampliar el período de detención. Serrano dijo que el 92% no estaba de acuerdo con suspender al menos un derecho constitucional. Desde la imposición del estado de emergencia, las fuerzas de seguridad han podido intervenir en operaciones de telecomunicaciones sin orden judicial y ampliar la detención sin juicio de 72 horas a 15 días.
Además, una persona puede ser detenida sin que se le informe del motivo de la detención y sin tener acceso a un abogado. La semana pasada, el gobierno salvadoreño anunció que mientras la excepción estuvo vigente, 79.211 personas fueron arrestadas bajo sospecha de vínculos con pandillas. Más del 90% de ellos se encuentran en prisión sin condena.
Seis organizaciones de derechos humanos presentaron recientemente un informe en el que documentaron 6.305 violaciones de los derechos humanos de las personas y detallaron casos de detenciones arbitrarias, reubicaciones forzadas y muertes en prisión. La ONG Socorro Jurídico señaló en un informe a principios de abril que durante los dos años del régimen de emergencia, al menos 241 personas murieron en prisión, de las cuales el 44% falleció por muertes violentas, torturas graves y el 29% por malas prácticas médicas. , que es otra forma de torturar a otros.
La encuesta de la UCA también señaló que una cuarta parte alarmante de la población salvadoreña presenció o sufrió abusos por parte de elementos policiales o militares en el último año mientras implementaba la medida. Sin embargo, el 72% de los encuestados dijo que no sentía miedo por el régimen de emergencia, aunque la mayoría se mostró más cautelosa a la hora de compartir sus opiniones con los demás. Según el gobierno, la dura política contra las pandillas se refleja en el hecho de que la violencia en El Salvador ha disminuido significativamente desde 2015, cuando se registraron más de 6.665 asesinatos y el país era considerado uno de los más peligrosos del mundo.
En 2023, el país registró 214 asesinatos, incluidos 38 casos de presuntos pandilleros muertos en enfrentamientos con la policía y las fuerzas armadas. Según datos oficiales, en lo que va de 2024 se han producido 34 asesinatos, entre ellos 2 recién nacidos.