El Día Mundial del Emprendimiento se celebra el 16 de abril de cada año, con el objetivo de reconocer la importancia de este ecosistema, como motor de cambio y de posibilidades ilimitadas que se traducen en el desarrollo económico, social y ambiental de la sociedad. . Desde 2008, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha expresado su deseo de encender una cultura de emprendimiento a nivel mundial y crear conciencia sobre el importante papel que desempeñan los emprendedores en la construcción de un futuro próspero e inclusivo más presente.
En un contexto global marcado por la incertidumbre, la búsqueda de innovación y creatividad son herramientas importantes que apoyan a los emprendedores y los convierten en una fuerza de progreso económico y social. Steve Jobs, Bill Gates y Larry Page son algunos de los nombres que han marcado la historia de grandes emprendedores. Su visión, coraje, innovación y perseverancia en cambiar la calidad de vida de los usuarios dieron origen a gigantes tecnológicos como Apple, Microsoft y Google, que entonces eran empresas.
Iniciar una pequeña empresa está lleno de sueños y ambiciones pero también lleno de obstáculos. Según datos del Banco Mundial, la brecha de género en las startups de América Latina sigue siendo un desafío que necesita atención para encontrar soluciones viables para su sostenibilidad. Las mujeres representan alrededor del 50% de la fuerza laboral en la región, y sólo un tercio de las nuevas empresas en América Latina tienen mujeres como fundadoras o cofundadoras.
En República Dominicana, cada vez más personas y expertos se atreven a tomar acción y transformar sus ideas en modelos económicos escalables. El Día Mundial del Emprendimiento nos plantea muchos desafíos, uno de ellos es que hasta el momento aún se desconoce cómo determinar un número exacto y actualizado del total de startups existentes, lo cual se debe a una serie de factores. tales como: registro centralizado y parámetros que determinan qué se considera inicio o no.
La República Dominicana tiene el potencial de convertirse en un centro de innovación y emprendimiento en América Latina. Con la participación del gobierno, las empresas privadas, el mundo académico y la sociedad civil, podemos crear un entorno más favorable para los empresarios y ayudarlos a alcanzar su máximo potencial, moviendo así al país hacia la construcción de una economía más próspera e inclusiva. Sobre el Autor.
Lourdes Peguero Alfonseca. Es consultora de comunicaciones estratégicas y relaciones públicas para marcas y startups en Creares Consultores, ayudándolas a aumentar la visibilidad y el posicionamiento ante sus audiencias clave.