Un tema prioritario en la agenda de los nuevos legisladores debe ser la modificación de esta ley electoral. Es una colección de escritos contradictorios, donde cada acción da lugar a desafíos y enfrentamientos. Si se quiere tener un pilar de hierro políticamente, hay que organizar un partido, basado en una norma objetiva, sin muchos aspectos, acabando con la capacidad de improvisación de los partidos.
Es necesario discutir en profundidad la cuestión de la selección de candidatos. La democracia se ve obstaculizada cuando los partidos se reservan puestos o cuando rechazan candidatos porque son impopulares entre los líderes. El camino hacia la democratización de los partidos políticos no pasa por tener más de 15 millones de pesos para participar en las elecciones al Congreso.
La inversión económica necesaria para crear un candidato simple a diputado excluyó del juego electoral a los residentes de los barrios pobres de Santo Domingo. Sin la voz de la calle en el Congreso, es difícil legislar sobre proyectos importantes destinados al desarrollo de los excluidos. La elección de concejales, administradores, diputados y senadores debe realizarse según convenio, supervisada por la Comisión Electoral Central y los electores pueden elegir a los candidatos de su preferencia.
Los futuros legisladores, cuando cambien las leyes electorales, tendrán que dejar claro que todos aquellos que deseen asistir deberán asistir al congreso. Es bueno elegir candidatos según el nombre o el apellido. Hay que respetar el orden constitucional según el cual toda persona tiene derecho a afiliarse al partido, organización religiosa o club deportivo de su elección, pero no puede ser titular de ese cargo, en caso de haber renunciado al partido que lo había ‘dirigido’.
. que ocupen puestos. Cuando un concejal, alcalde, diputado o senador renuncia, como parte de la reforma electoral, también tendrá que renunciar, este cargo no es de su propiedad personal sino que es de partido, preseleccionará un sucesor.
. encontrar. Apoyo la limpieza de la vida política nacional y ahora debemos hacer esfuerzos para lograrlo.
Las elecciones siempre tendrán imperfecciones, pero para superarlas será necesaria legislación que haga que el sistema sea más aceptable y digno de confianza. Oh, se me acabó la tinta.
