La Semana de Inmunización en las Américas, que este año coincide con el 50 aniversario del Programa Ampliado de Inmunización establecido por la Organización Mundial de la Salud para vacunar a los niños contra enfermedades prevenibles, es un día que siempre merece nuestro apoyo. Las vacunas salvan y prolongan la vida porque ayudan al cuerpo a producir anticuerpos para protegerse contra virus y bacterias que antes eran incurables, como la polio o la tuberculosis, e incluso enfermedades mortales, como la viruela. Aunque la ciencia ha avanzado lo suficiente como para revelar los complejos mecanismos de las enfermedades y descubre cada día nuevas formas de atacarlas y eliminarlas, el panorama global aún no es alentador en términos de garantías de salud para todos.
De hecho, todavía hay más de 19 millones de niños en todo el mundo que no están vacunados o están insuficientemente vacunados y corren el riesgo de padecer enfermedades debilitantes o potencialmente mortales. La meta de vacunación en República Dominicana este año fijada por las autoridades sanitarias es de 749.334 dosis de vacuna contra la polio, aplicable a bebés de 1 a 5 años y más de 200.000 dosis para adultos mayores de 65 años. En el lanzamiento de la campaña, el 25 de abril, se anunció el establecimiento de 1.400 puestos de vacunación a nivel nacional y brigadas que operarán en distintos puntos de la capital y comunidades a nivel nacional.
Mientras esperamos datos concretos sobre los resultados, debemos enfatizar de manera permanente, no sólo temporal, la importancia de las vacunas como medida de protección vital, así como crear conciencia y brindar información objetiva a la gente. También debemos apoyar los planes de vacunación de nuestro estado y luchar con datos precisos, ya que quienes afirman que las vacunas no funcionan difunden información errónea, lo que aumenta la aparición de algunas enfermedades. Y para celebrar la verdad de lo que es correcto en el momento adecuado, durante la Semana de Inmunización de las Américas en República Dominicana, se aprobó una ley sobre exámenes de detección de recién nacidos, un importante paso adelante en el diagnóstico de enfermedades congénitas y genéticas.
Espero que sus reglamentos de aplicación no se duerman con los justos y que no haya más retrasos en la legislación sobre vacunas esenciales.
