Trump se enfrentará a uno de sus mayores enemigos, que se declaró culpable en 2018 y pasó más de un año en prisión por varios delitos, entre ellos precisamente los de Financiación irregular de una campaña electoral debido a pagos a dos presuntas amantes del político, entre ellas Daniels. Cohen fue el testigo estrella de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, que acusó a Trump de 34 delitos graves por falsificar registros contables en una serie de pagos a abogados durante la campaña presidencial de 2016, lo que lo llevó a la Casa Blanca, incluidos 130.000 dólares del expresidente. a Daniels.
cállate. Quizás quieras leer: Han pasado más de 6.500 días, se reanudó la relación sexual de Trump con la actriz porno La semana pasada también subió al estrado otro testigo clave y opositor de Trump, el propio Daniels, quien detalló su aventura de una noche con el expresidente casado en 2006, cuando ella tenía 27 años y él 59. Daniels soportó un feroz contrainterrogatorio por parte de la defensa, en el que la llamaron mentirosa y motivada por el dinero, alegando incluso que el pago del expresidente fue negociado por Cohen, fue resultado de un chantaje, lo que ella niega.
Los abogados lo intentaron innumerables veces pero no lograron que se anulara el juicio, denunciando el carácter íntimo del testimonio de la actriz de cine para adultos, quien reveló que golpeó a Trump con una revista y afirmó que él la recibió en pijama de raso y tuvieron relaciones sexuales sin protección. Un mes después del juicio y es el turno de la defensa La fiscalía intentó encubrir el encubrimiento de los pagos a Daniels por parte de Trump llamando a declarar a ex empleados de su empresa, como su ex portavoz de campaña, Hope Hicks, o el ex auditor de su empresa, Jeffrey McConney, así como el editor del tabloide David. Pájaro carpintero.
Entre los datos filtrados se encontraban temores entre el entorno de Trump de información perjudicial para su imagen, como una cinta en la que se jactaba de manosear a mujeres; El reembolso por parte de Trump a Cohen del dinero que le pagó a Daniels se llama ‘honorarios legales’ o una estrategia de compra de historias para silenciarlos en la prensa. El comportamiento comedido de Trump en la sala del Tribunal Supremo de Nueva York, a la vez atento y somnoliento, contrasta con sus intervenciones en las redes sociales que le han costado miles de dólares en multas por violar una ‘mordaza de juego’ del juez que limitaba sus comentarios sobre los implicados. En caso.
La fiscalía se ofreció a concluir la presentación de argumentos y pruebas esta semana, dejando espacio para que los abogados de Trump intenten defender la inocencia de su cliente, lo que, como era de esperar, socava la credibilidad de testigos importantes como Daniels y Cohen. Esta semana se cumple un mes desde el inicio de este juicio sin precedentes el 15 de abril, y no habrá una audiencia el miércoles, como es habitual, sino también el viernes, cuando el juez permita a Trump salir para asistir a su graduación de la escuela secundaria. El hijo menor, Barron, tiene 18 años.
Trump, que no ha sido confirmado oficialmente como candidato republicano en las elecciones presidenciales de noviembre, está en medio de una campaña y se ha quejado repetidamente de que este juicio y otros juicios son parte de la represión política que perjudica sus aspiraciones y acciones.