Washington y Nueva York. El gobierno de Estados Unidos reconoció el miércoles su cooperación con Cuba en materia de seguridad pública, incluidos los esfuerzos antiterroristas, que según algunos analistas podrían señalar el comienzo de un cambio de política hacia esta isla. Sin embargo, la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, junto con las duras sanciones, se mantiene prácticamente sin cambios.
El secretario de Estado Antony Blinken eliminó hoy a Cuba de la lista oficial de países que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos. Un funcionario del Departamento de Estado que solicitó el anonimato confirmó a La Jornada que Cuba fue eliminada de la lista de países que no cooperan plenamente, una lista compilada anualmente bajo la Ley de Control de Exportaciones de Armas. Según esta ley, ningún país de esta lista puede recibir artículos de defensa de Estados Unidos.
Jeff Abramson, experto en comercio de armas del Centro de Política Internacional, dijo que debido a que Cuba no ha recibido apoyo militar de Estados Unidos, el cambio no tendría consecuencias materiales. Lo que ha cambiado es la evaluación de la cooperación de Estados Unidos con La Habana, dijo el funcionario del Departamento de Estado. Estados Unidos y Cuba reanudaron la cooperación policial en 2023, incluso en la lucha contra el terrorismo.
Por lo tanto, el Departamento de Estado determinó que ya no era apropiado seguir certificando a Cuba como un país ‘que no coopera plenamente’, explicó. El funcionario agregó que Cuba se mantiene en la lista en 2022 debido a la negativa de la isla a trabajar con Colombia en su solicitud de extraditar a miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Sin embargo, el funcionario enfatizó que esta no es una lista de Estados patrocinadores del terrorismo y pidió criterios específicos para evaluar si la lista debe ser cancelada o no.
Fulton Armstrong, ex oficial de inteligencia nacional para América Latina y experto en relaciones interamericanas, calificó la acción de hoy como un paso hacia la verdad: un reconocimiento de que la posición anterior de esta administración es insostenible y eso es muy importante. Agregó a La Jornada que esto es una buena señal de bajos costos. Pero dijo que la administración de Joe Biden cavó un agujero profundo al apoyar la inclusión de Trump en la lista de Cuba como patrocinador del terrorismo, pero esperaba que esa mentira también fuera refutada ya que la administración creía que la política electoral lo permitiría.
Concluyó que la administración Biden aún está lejos de reparar el daño causado por buscar la nominación de Trump durante más de tres años.