En política hay muchos factores esenciales y Estados Unidos está cayendo en esta situación. Las elecciones presidenciales se acercan con dos candidatos con serios problemas y un gran segmento de la población que no las quiere; pero aquí están, insisten.
Donald Trump es histriónico y actúa diciendo en voz alta lo que quiere, ya sea verdad o mentira (muchos más después). De esta manera logró desarrollar un gran número de seguidores apasionados que lo apoyaron ciegamente.
Presentó su campaña de reelección como una necesidad necesaria para restaurar la grandeza estadounidense. Make America Great Again (MAGA) es su lema y movimiento.
Sus destrezas físicas y orales, a pesar de tener 78 años, le dan ventaja en carrera, y con un discurso errático y rotundo. , atrajo descontento y belicistas.
La tradición política estadounidense sostiene que el presidente fue derrotado. Si pierde su candidatura a la reelección, abandonará la política electoral. No Trump.
Biden
Joe Biden es la antítesis. Un personaje de apariencia frágil y pacífica, dos condiciones agravadas por el deterioro biológico a los 81 años.
Llegó a la presidencia en 2020 precisamente porque tiene un temperamento opuesto al de Trump. En medio de los horrores de la pandemia, la mayoría de los votantes buscan un presidente maduro, no la historia de Trump.
Mientras estuvo en el cargo, Biden también comenzó a creer que era el hombre adecuado y necesario para salvar al país de Trump. propio. . Gran error.
En 2020, Biden fue la opción demócrata con mayores posibilidades de ganar porque reunió a diferentes segmentos del electorado demócrata y lo amplió, pero no en 2024. Su deterioro físico y mental debido a la edad y La fragmentación de su coalición electoral, especialmente debido al conflicto palestino-israelí, la ha debilitado.
Considerado esencial para salvar al país de Trump, Biden ha insistido hasta ahora en mantener las elecciones presidenciales. candidato, incluso después de un pobre desempeño en el debate con Trump el pasado jueves 27 de junio, donde los signos de deterioro físico y mental fueron muy claros. postularse o no.
En la República Dominicana, muchos presidentes creen que es necesario.
Joaquín Balaguer es un candidato presidencial perenne con La Constitución de 1966 preveía la reelección indeterminada. Se presentó como candidato en todas las elecciones dominicanas desde 1966 hasta 2000, excepto en 1996 cuando fue prohibido por una reforma constitucional.
En el siglo Este 21, los tres primeros presidentes reformaron la Constitución para que podía postularse consecutivamente (Hipólito Mejía y Danilo Medina), o después (Leonel Fernández, que tuvo tres gobiernos). Ahora, el cuarto presidente, Luis Abinader, vuelve a hacer el papel de clarinetista de la reforma constitucional sin saber exactamente por qué.