París.- Los deportistas iniciaron el pasado miércoles su camino hacia París 2024 con el debut del fútbol y el rugby. Pero la ceremonia inaugural supuso un verdadero comienzo para los Juegos Olímpicos. El juego presenta un evento en el que Francia pone sus clips y carretes en el mapa, vendiendo su imagen de marca al mundo para mantener su posición de liderazgo en el turismo global.
La lluvia contamina la atmósfera del continente. Pero el contexto y el contenido son tan fastuosos que ver la pirámide del Louvre o la Torre Eiffel iluminada por la noche por los anillos olímpicos eclipsará todas las tormentas.
Francia siempre ha utilizado el cine para promocionar sus productos. En las películas francesas, los actores siempre conducen coches «made in France». Y su industria, la imagen de su país, no puede perder esta oportunidad de recordar al planeta a través de la televisión que sus barcos fluviales surcan el Sena e invitar a los próximos visitantes a unirse próximamente si visitan París. El. La organización París 2024 nos ha mostrado todas sus bazas. Sus tradiciones, con orgullo, al igual que el cabaret, están en manos de Lady Gaga.
El baúl se puso de moda para transportar el equipaje de la española Eugenia de Montijo, a finales del siglo XIX y en principios del siglo XIX, principios del siglo XX, como esposa de Napoleón III, entre otros destinos en Biarritz, durante las vacaciones de verano. Ella inspiró a Vuitton, un chico muy humilde del pueblo que caminó hasta París a los 16 años para convertirse en aprendiz de artesano. Sentó las bases del actual «imperio».
La ceremonia de inauguración tenía como objetivo rendir homenaje a las mujeres francesas. Con referencias históricas, inspiradoras de la sociedad como Alice Milliat, Paulette Nardal, Jeanne Barrett, Christine de Pisan… con La Marsellesa al fondo. Y recuerda el legado de Gustave Eiffel, el ingeniero civil que utilizó el hierro como material para construir puentes para los ferrocarriles franceses. Eiffel dejó un legado en España. De su taller se crearon estructuras como el puente peatonal sobre el río Onyar en Girona.
La Torre Eiffel es una gran atracción nocturna. 10.500 deportistas fueron amenazados. Las ceremonias son agotadoras. Por este motivo, muchas personas permanecieron escondidas y lo vieron por televisión. Ha habido varias ciudades donde la gente, incluso en referéndum, se negó a acoger los Juegos Olímpicos.
Múnich, Roma, Estocolmo, Cracovia, Hamburgo… no lo ven claro. La vieja Europa, con París a la cabeza, se negó a entregar esta postal a otros continentes y naciones emergentes. Y mientras los fuegos artificiales finales muestran, un detalle de pureza, lejos del chauvinismo, da paso a Rafa Nadal, Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis, al final del camino de la antorcha que culmina en lo alto está el encendido de Marie-José Perec y Teddy Riner. Caldero en el jardín de las Tullerías.