Millones de personas deambulan por la vida sin conocer el norte, la ruta, el destino, dónde anclar o cómo construir metas y proyectos para afirmar la identidad personal y social.
Oscar Wilde dijo: «Todo sucede en el cerebro». Las personas que construyen y gestionan proyectos de vida lo sitúan en la corteza prefrontal, donde se concentran las funciones ejecutivas del cerebro: memoria, juicio crítico, capacidad de discriminación, racionalización, abstracción, cálculo, orientación y concentración.
Pero el cerebro es social, hay que entrenarlo, estimularlo, crearlo con hábitos, rutinas y aprendizajes para adquirir y retener conocimientos, experiencias y habilidades que ayuden a construir metas y proyectos de vida. estructurado a partir de las metas, propósitos y tareas de la vida que vamos descubriendo a lo largo del tiempo, para que podamos reconocerlos, emprenderlos y gestionarlos.
Para elegir y gestionar los proyectos de vida, debemos priorizarlos en diferentes áreas y necesidades, por ejemplo: salud, familia, pareja, educación, finanzas personales, inversiones, salud mental, espiritualidad, bienestar y felicidad social.
Sin embargo, el proyecto de vida debe gestionarse con las tres E: equilibrio , equidad y eficiencia o con las cuatro C: continuidad, coherencia, coherencia y consistencia
Evidentemente no hay forma de establecer y mantener un proyecto sin Tener. hábitos en el cerebro, sin disciplina, sin perseverancia, sin optimismo, sin pasión y sin resiliencia.
Para gestionar un proyecto de vida, siempre debes preguntarte: Qué es más importante, qué es necesario, ¿Qué es prioritario, qué es inaplazable? En los planes no hay suerte, facción, brujería o talismanes, etc.
En los planes no hay deseo, anhelo, coherencia, esperanza, coraje, sensibilidad, resiliencia y voluntad de aceptar los desafíos de la vida en cualquier campo. o bajo ninguna circunstancia.
Personas que no logran realizar planes o metas de su vida: arrogancia, adicciones, delirios y delirios, vaguedad e inmadurez, drogadictos y personas con enfermedades orgánicas del cerebro.
Entonces ¿quién hace el proyecto de vida? Podemos decir que todas las personas que asumen la responsabilidad de sus vidas, que son optimistas y persistentes, enfocadas y disciplinadas, que estudian o son creativas, que tienen hábitos saludables o que no tienen miedo de enfrentar pérdidas o avances.
Cientos de jóvenes viven vidas distraídas, entretenidas por internet, los videojuegos o conquistadas por la tecnología pero no hacen un proyecto de cadena perpetua. Es doloroso para alguien que ha crecido sin un proyecto de vida, o que ha crecido sin experimentar o alcanzar las conquistas duraderas, estables y confiables que sellan o marcan su existencia personal y social.
Para hacerlo realidad, elige herramientas y metas alcanzables para tu proyecto de vida y de acuerdo a tus posibilidades; luego agrega otros que te impulsen a competir, desafiarte a ti mismo y mantenerte enfocado para que puedas crecer en la vida.
Recuerda que los proyectos son personales y sociales. Deben ser claros, alcanzables, sostenibles y sostenibles en el tiempo. Pero sobre todo deben crear satisfacción, alegría, bienestar emocional y social; Es también una oportunidad para los demás, para actos de altruismo, solidaridad, reciprocidad, simpatía y bondad hacia las personas mayores.