CIUDAD DE MÉXICO, 9 de agosto (Agencia Reforma)-
Los ambientalistas alegaron ayer que empleados del Tren Maya pretendían detener el petróleo, descargando diesel e hidrocarburos al pozo de agua, hecho de plástico en forma de una hamaca.
Guillermo DChristy, ingeniero industrial, arqueólogo y consultor en calidad de agua, compartió en sus redes sociales fotografías del 4 de agosto, que afectan al acuífero del tramo 5 del Buque, que va de Playa del Carmen a Tulum.
Experto etiquetó a la próxima titular del Ministerio del Ambiente, Alicia Bárcena, quien se comprometió en mayo a avanzar para evaluar el impacto del Tren Maya y restaurar las áreas afectadas.
«Mire doctor Bárcena, lo que están poniendo aquí los trabajadores se supone que mantiene el flujo de diesel e hidrocarburos desde la superficie, pero como puede comprender no tiene ningún efecto, mire el color del agua y todo. «Está contaminada. Se han hecho análisis y han confirmado que se trata de un motor diésel», describió en un vídeo.
«Esta membrana, esta cáscara, este plástico está destinado a retener lo que sale, se desborda. «Esta no es una manera de arreglar biológicamente lo que se hizo mal en primer lugar; esto debería parar, especialmente porque hay dos órdenes de restricción y dos órdenes judiciales que nos dicen que este trabajo tiene que detenerse hasta que se realicen estudios completos».
En esta cueva, enfatizó, durante el último año se ha notado la presencia de diesel, y ahora, cuando cae de la «hamaca», buscamos evitar que sea mediante una cerca. construido con latas de limpieza y botellas de refrescos domésticos.
DChristy dijo, en esta cueva hay decenas de pequeñas criaturas, arañas, amlipigios y grillos, los ven sobrevivir debido a la atmósfera contaminada.
En julio pasado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) admitió ante un juez federal que la construcción en la zona 5 sur del barco Maya ha causado daños a cenotes, cuevas y ríos subterráneos, por lo que no ha cumplido con ninguno de los condiciones prescritas. establecido en la evaluación de impacto ambiental (MIA) del proyecto.
Sin embargo, los ambientalistas continuamente señalan fallas en la construcción del Tren Maya y cómo contaminan el área.