Santo Domingo.– Celso Marranzini, presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), abordó con firmeza la compleja problemática que enfrenta el sector eléctrico en la República Dominicana.
Marranzini describió el «círculo vicioso» que afecta al sistema eléctrico, señalando que este se compone de una serie de factores interrelacionados que perpetúan la crisis: pérdidas de energía, tarifas inadecuadas, déficit financiero, falta de recursos para inversión, deterioro de las redes eléctricas, y el persistente problema del hurto de electricidad, tanto en sus formas técnicas como no técnicas.
Marranzini subrayó que el hurto de electricidad es un problema profundamente arraigado en la sociedad dominicana, abarcando no solo a los sectores más pobres, como comúnmente se cree, sino también a diversos estratos sociales.
“El hurto está en el ADN de todos los sectores de la República Dominicana”, afirmó, señalando la necesidad de una intervención decidida para erradicar esta práctica.
El presidente del CUED destacó que, si bien los problemas que enfrentan las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDE) no son nuevos, su persistencia los ha transformado en un obstáculo crítico que debe ser superado con urgencia.
Marranzini hizo un llamado a las autoridades para que el Ministerio Público recupere el rol esencial de la Procuraduría General del Sistema Eléctrico (PEGASE) y se aplique un castigo ejemplar al consumo fraudulento de energía, lo que, según él, es vital para restaurar el orden en el sector.
Además, Marranzini anunció que se está trabajando en un acuerdo con las empresas de crédito para identificar públicamente a los clientes que no pagan por el servicio eléctrico.
En un esfuerzo por disuadir el fraude, se contempla la publicación de los nombres y fotografías de los infractores en los medios de comunicación, con la esperanza de que esta medida sea un punto de inflexión en la lucha contra el robo de electricidad. «El fraude será mucho más agresivo… Está bueno ya», enfatizó, expresando su determinación de acabar con esta problemática de una vez por todas.
Marranzini también destacó que las pérdidas actuales en el sector eléctrico han alcanzado niveles inaceptables, agravadas por el fraude. Estas pérdidas no solo representan un significativo drenaje económico, sino que también deterioran la calidad del servicio, provocando apagones y fluctuaciones que afectan la vida diaria de millones de ciudadanos.
Finalmente, subrayó la importancia de la modernización de la infraestructura de distribución, señalando que la falta de inversión ha dejado las redes eléctricas vulnerables a conexiones ilegales y ha limitado la capacidad de expandir y mejorar el servicio.
Marranzini advirtió que ignorar estas deficiencias compromete el futuro energético del país y que es imperativo actuar de inmediato para garantizar un servicio eléctrico confiable y eficiente para todos los dominicanos.