Han pasado 15 años. Tras las promesas de los tres gobiernos, se hizo el anuncio tentativo. Monte Grande será una realidad. La información provocó que 390 familias se agitaran desde el inmueble que está por ser parte del proyecto
Espero que esperen impacientes la fecha del anuncio para «aclarar dudas». Y… ha llegado el 25 de enero. Se ha preparado un gran y emocionante evento. Muchos funcionarios y líderes regionales. Pero los propietarios del proyecto, los agricultores, no fueron invitados. Permanecieron en el centro vestidos de NEGRO. No vieron al presidente de cerca. Aun así, estaban confiados, porque lo importante era el Proyecto Monte Grande. Con la «inauguración», las «cosas faltantes» llegarían en poco tiempo. Ese día se dijo que Monte Grande «era clave» para el desarrollo de la región. Se le entregarían 40 tareas a cada familia para producir y alimentar su familia.
Tendrían un barrio modelo, con calles asfaltadas, energía electica, canchas de voleibol y baloncesto, templos religiosos, escuelas, parque de recreación, agua potable y serian resarcidos con el pago de 300 millones de pesos. El acto concluyó. Ocho meses después, 390 familias en el centro de Monte Grande están frustradas por
Casas con goteras. Trabajo inacabado. Los caminos están a medio terminar. Monte Grande, está ENTERO, sólo TANQUES. Carece de canales para transportar agua al continente. No tiene accesorios para generar energía y carece de instalaciones hidráulicas para llevar agua al acueducto regional.
Monte Grande sigue siendo una PROMESA a cumplir. Los agricultores del centro urbano de Monte Grande provienen de las comunidades de Los Güiros, la Meseta, San Simón, Boca de la Mula, Hato Nuevo y Manzanillo. OCHO meses después de la “apertura” de MONTE GRANDE, la pobreza de las familias va aumentando junto con su GRANDEZA. ¿Monte Grande seguirá siendo una fuente de esperanza o se convertirá en el METRO DEL SUR?