El debate Trump-Kamala, cada uno con características y disfraces diferentes, reveló la naturaleza del Partido Demócrata (PD) y del Partido Republicano (PR), ambos dominados por el “Estado profundo” y sus Militar, el Complejo Industrial, Financiero e Informático Estadounidense; condicionado por facciones poderosas que lo protegen permanentemente.
Trump está anclado en una base demográfica que asimila fácilmente el racismo, la supremacía blanca de poder, la xenofobia, el machismo, el fundamentalismo religioso y el discurso anticomunista de la «guerra fría». .
Sabe ejercer la diversidad cultural y social en beneficio de la codicia del gran capital, en complicidad con Biden y Clinton.
Está obligada a emular progresismo, creando cada vez más las bases para la guerra conservadora e imperialista, característica de la élite del PD, que sabe separar la verdad de las palabras y promover formas de banalidad.
Mujeres y negros, con un importante base de votantes en “minorías de color”, no puede dejar de decir cosas buenas sobre estos sectores y sus clases más pobres, hay un largo camino por recorrer… recuerden los esfuerzos de Clinton y Obama.
Trump, con su fuerte base en las comunidades blancas pobres, su alianza con las grandes empresas no es globalización. La burguesía blanca utiliza el racismo y la xenofobia, por un lado, y pide la restauración de la diezmada primacía de Estados Unidos, por el otro, en medio del sufrimiento de un imperio en decadencia; Al mismo tiempo, propuso exenciones fiscales para algunas élites globalistas para atraerlas a participar en su proyecto. Elon Musk está en el centro de atención.
Cuando se trata de guerra y paz, Kamala se asocia con el brutal belicismo de los “halcones de la democracia”; mientras que Trump parece querer alejarse de las guerras fallidas y optar por las negociaciones, especialmente en la cuestión de Ucrania. Pero en todo esto, será el “Estado profundo” el que decidirá, no la Casa Blanca. Esto es lo que le pasó a Obama.
Ambos candidatos son sionistas, enemigos del derecho de los pueblos a la autodeterminación, saqueadores de nuestras riquezas y según la OTAN; sólo Trump pidió a la UE que también lo financiara. Ambos son cómplices del capitalismo criminal, depredador y altamente gangsterizado.
Ambos son neonazis, a su manera y en su propio nivel. Kamala se centra más en el exterior y Trump se centra en el interior de Estados Unidos. Sus diferencias discursivas no nos permiten elegir una opción u otra, dada la carga de sangre y dolor que ambas representan para la humanidad.