Cada 19 de septiembre se celebra el Día Mundial del Aperitivo, una bebida o pequeña cantidad de alimento que tiene un efecto estimulante del apetito, utilizada antes de comer al mediodía o la cena.
La primera bebida de este tipo tiene un sabor amargo parecido al vermut, cuyo propósito es estimular el paladar y preparar el estómago para el festín que se avecina.
Con el paso del tiempo, esta tradición se fue extendiendo por Europa y países como España y Francia comenzaron a añadir pequeños trozos para acompañar la bebida. Este hábito social creció en popularidad hasta convertirse en un evento previo a la comida, un momento de relajación y socialización.
Por eso el periódico Hoy presenta algunos entrantes imprescindibles en una reunión dominicana: Fritos con queso o salami: Los plátanos verdes fritos son parte de la cultura dominicana. Crujientes por fuera y suaves por dentro, a menudo se sirven con una porción generosa de queso frito o salami.
Chicharrones: Trozos de cerdo crujientes y fritos, los chicharrones son un manjar popular en República Dominicana y se perfectos para compartir en reuniones.
Yaniqueques: rosquillas finas, doradas y crujientes, típicas de la región costera, son el aperitivo ideal para servir acompañadas con salsa. Si vas a la playa y no comes yaniqueque, ¿realmente vas a la playa?
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Queso plano: suave y ligeramente salado, este queso artesanal es uno de los favoritos de los dominicanos. Suele servirse con galletas saladas o en una ensalada fresca.
Salchicha frita: Esta salchicha dominicana, llena de sabor y sazón, es perfecta para picar en cualquier reunión social.
Jamón, queso y galletas saladas: las picaderas de jamón y queso son un plato típico de las visitas a Dominica, se acompañan con galletas saladas o refresco.
Salami y galletas saladas: si la salchicha es un alimento básico en la cocina dominicana, entonces el salami es el salami, que viene acompañado de galletas saladas para darle un toque extra, compartir estos platos antes de una comida es una oportunidad para disfrutar de buena compañía, entablar una conversación y por supuesto disfrutar de lo mejor de la cocina criolla.