SAN DOMINGO.- La República Dominicana enfrenta una oportunidad histórica para realizar las mayores transformaciones en materia institucional y fiscal principal, tomando en cuenta que el país vive un período de fuerte institucionalidad. , crecimiento político y económico.
Así lo afirmó el diputado perremeísta, Aldo Adón, quien entendió que es momento de fortalecer el crecimiento económico para la transición al desarrollo, porque el país debe seguir enviando señales políticas claras y certidumbre a los inversores nacionales y extranjeros.
«Somos una economía abierta. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha registrado nuestro crecimiento y las agencias calificadoras de riesgo nos consideran una economía fuerte y gestionada eficazmente. Ahora también nos preguntan a hacer reformas para fortalecer nuestro camino de desarrollo”, dijo Adón
Considera que la propuesta que hará el Gobierno se dará en la forma más adecuada y oportuna. Asegurar el crecimiento significa mejorar la calidad de vida de los dominicanos. “Estamos seguros que esta será una propuesta para mejorar los ingresos pero también para invertir para que cada dominicano pueda tener más y mejores oportunidades”, afirmó.
Enfatizó el interés del gobierno en asegurar que el Los proyectos de infraestructura que la República Dominicana necesita se siguen implementando lo más rápido posible, pero especialmente en las áreas más urgentes. “Este gobierno, encabezado por el presidente Luis Abinader, tiene muy clara su misión de asegurar un desarrollo equitativo entre los dominicanos. Esta administración ha sido consistente en apoyar a los sectores más vulnerables y brindar seguridad a los inversionistas de que continúan creando oportunidades de crecimiento con empleos de calidad.
Dijo que, de igual manera, la informalidad sigue siendo un gran desafío para la economía dominicana, por lo que se entiende que las reformas contribuirán a mejorar la relación entre el empleo formal e informal. “Todos debemos trabajar para que haya más negocios formalizados, porque esto asegura una mejor calidad de vida de la gente y la disponibilidad de recursos que aseguren proteger los empleos y servicios del Estado”. Llamó a la gente, especialmente a los empresarios, a confiar en el gobierno y en el proyecto de reforma tributaria. Su llamado se hizo, dijo, porque creía en la gestión del gobierno y en los resultados que traería una transformación profunda del sistema tributario, además de garantizar mejoras en la calidad del gasto.
