Después de la cirugía, esta mujer tuvo que permanecer en la unidad de cuidados intensivos con sedación y ventilación mecánica, lo que implica tener un tubo en la boca y un ventilador. No tenía seguro médico y su familia necesitaba apoyo económico.
El 29 de septiembre de este año, la vida de Belkys cambió. Más precisamente, le sobrevino un derrame cerebral mientras realizaba su trabajo diario en la cocina a las 12:30 horas, y todo se convirtió en un antes y un después para toda la familia.
El celular se cayó con él Su mano lo levantó e inmediatamente cayó hacia atrás. Fue entonces cuando comenzó la pesadilla para él y su familia. Luego llamaron al 9-1-1 porque además de perder toda la fuerza muscular, no podía hablar, solo caían lágrimas de desesperación. A partir de ahí supieron que algo muy malo estaba pasando. Cuando llegó al centro médico estaba en otro planeta, no tenía contacto con su familia cuando le hablaron, estaba inconsciente.
Durante varias horas, a través de estudios de imágenes, confirmaron que el diagnóstico que recibieron les cambió la vida: Belkys había sufrido un derrame cerebral agudo, comúnmente conocido como derrame cerebral. Los médicos utilizaron todas las medidas médicas para revertir la situación, pero como esto no fue posible tuvo que ser operada esa misma noche, el neurocirujano encontró tres obstrucciones, tratando de quitar dos obstrucciones, pero una obstrucción es imposible. Sin embargo, ya se había formado algún daño en su cerebro y no se pudo recuperar. Esta información fue proporcionada por su familia.
Después de la cirugía, tuvo que permanecer en la unidad de cuidados intensivos bajo sedación y conectada a un ventilador, es decir, un tubo en la boca y una máquina de respiración.
Pide ayuda
La verdad es que sus vidas cambiaron en un abrir y cerrar de ojos un domingo cualquiera. Lamentablemente, este inesperado hecho sorprendió a la familia sin seguro médico en un país donde la salud es muy cara, aunque es lo más importante. Aunque se ha recaudado algo de dinero, aún falta porque Belkys sigue recibiendo cuidados especiales, recuperando poco a poco la fuerza muscular. Sin embargo, todavía no puede comunicarse y tiene que comer a través de un tubo nasal.
Saben que ahora tienen que recorrer un largo camino, pero no pueden recorrerlo solos. Por eso, con el corazón en la mano, piden a sus amigos, familiares y a todo aquel que se solidarice y quiera colaborar con esta causa.