Santander (BME:SAN), 13 oct (.).- Jefe del Departamento Científico de Datos de Repsol (BME : REP), Julia Díaz, asegura que en materia de inteligencia artificial y ante los avances tecnológicos es necesario tener “mente abierta” y voluntad de “interactuar seguir saliendo de la zona de confort” porque, aunque no podamos predecir lo que sucederá en el contexto «Seguramente habrá una nueva evolución».
Díaz, que ha participado en el foro de expertos en inteligencia artificial celebrado en Santander, cree, en una entrevista con EFE, que Los avances y novedades «son sólo eso». «Esa es mi opinión personal, pero no puedo imaginar qué será lo próximo. Lo que estoy segura es que habrá otra opinión», dijo.
Aplicando inteligencia artificial a un compañía energética como la suya, y para las grandes organizaciones en general, significa “todo tipo de beneficios”.
Lo primero es lo primero, según explica, es que cuando toman decisiones apoyados en este tipo de inteligencia artificial técnicas, se aceptan “sobre la base de hechos” y no sobre “suposiciones, sospechas u olores”. «Los profesionales de negocios a menudo no pueden analizar toda la información necesaria, por lo que siempre obtenemos una ventaja al tomar decisiones precisas», dijo.
Y aunque es difícil calcular de manera realista lo que esto significa en términos de beneficios, lo cierto es que «no existe inteligencia artificial que no pueda medir y cuantificar los resultados».
«Las dudas muchas veces son de carácter referencial. Tienes una opinión experta y constituyen una referencia. En todos estos casos, todas las iniciativas de IA, lo que están haciendo es casi un punto de referencia frente a estos escépticos, y se cuantifican en función de lo que es relevante en el negocio. Siempre se simula y también medimos y comprobamos por qué tiene tanto impacto económico”, explica Díaz.
Añadió que en Repsol creen que la Inteligencia artificial creativa “sigue aquí”.
Y es por ello que el pasado mes de junio la compañía creó un centro de competencia en inteligencia artificial con diferentes objetivos, uno de los cuales es cambiar y mejorar los métodos de trabajo de todos los empleados.
Es Empezó con un proyecto piloto con 300 empleados, pero se ha ido ampliando con buenos datos, demostrando la eficacia del trabajo, el ahorro de tiempo y la mejora de resultados.
Repsol, por tanto, se expande «totalmente» y aplica «artificiales» inteligencia dentro de la empresa, para desplegar las nuevas formas de trabajo para todos los empleados.
Gracias a estas acciones y a la digitalización, hemos conseguido “diferentes tipos de ventajas”: el entorno, dice, impacta en el trabajo humano o formación económica, entre otros impactos.