Entre risas nerviosas y miradas de sorpresa, un grupo de chicas recorrió algunos de los lugares más emblemáticos del país con un objetivo claro: ser escuchadas. En sus manos llevan no sólo banderas y carteles, sino también sueños y peticiones que resuenan en cada rincón que visitan. Es su día, el Día Internacional de la Niña, y con palabras valientes deciden hablar de lo que les duele, de lo que necesitan y de lo que esperan para su futuro.
Desde el momento en que subieron al autobús , ya sea para instituciones como el Ministerio de Educación de República Dominicana (Minerd), la Policía Nacional o la Asamblea Nacional, el entusiasmo fue abrumador. Las niñas, con sus rostros brillantes de esperanza, sabían que tenían una misión: exigir un cambio real.
No se trataba sólo de discursos, se trataba de poner en palabras lo que «llevan en el corazón». ‘. Y mientras caminaban por la ciudad, quienes las escuchaban asentían, entendiendo que el futuro del país dependía de la valentía de estas niñas que, aunque jóvenes, comprendieron la importancia de luchar por un mundo más justo. LEER: ¿Cómo afecta el diagnóstico de cáncer de un familiar a la salud mental de otros seres queridos?
Anny, una joven de 16 años que habló con los reporteros de Hoy, confesó que no hasta emocionados.
El sol apenas comenzaba a calentar cuando inició la visita al campus de la Dirección de Investigación y Tránsito Electrónico (DINTEL) de la Policía Nacional. Allí, las niñas tuvieron la oportunidad de hablar sobre uno de los temas que más les importa: la seguridad en las calles.
Llamaron a tener sensación de seguridad ante el acoso o la violencia, requieren campañas de concientización para saber actuar ante situaciones de acoso o abuso. “Queremos más agentes de policía en los espacios… queremos ver a la policía nacional como un aliado mientras buscamos apoyo”, dijo uno de los pequeños oradores.
La próxima parada es en el Ministerio de Educación, donde las niñas comparten sus experiencias e inquietudes sobre la seguridad escolar, quieren un espacio donde no tengan que preocuparse por «el acoso o la intimidación por parte de compañeros o incluso profesores», exclamó el segundo orador en nombre de todos los niños; chicas. del país.
Otra cuestión importante tiene que ver con las condiciones en las escuelas. Requieren baños limpios. “Para nosotras es fundamental disponer de baños limpios, privados y seguros que nos permitan gestionar nuestra menstruación con dignidad”, afirma con firmeza. Nacional, donde las niñas expresaron su deseo de ver más leyes y políticas que protejan sus derechos. Las emociones estaban a flor de piel cuando hablaron sobre la importancia de tener voz en el marco legal que los protege del abuso infantil.
Con igual astucia, han señalado que los legisladores están eliminando los sindicatos prematuramente. «Estos comportamientos no sólo nos exponen a situaciones violentas, sino que también limitan nuestro desarrollo personal y perpetúan el círculo vicioso de la pobreza», afirmó el orador. Esa ley pretendía responder a la creciente amenaza del acoso en línea, un fenómeno que nos afecta cada vez más. Vivimos en un mundo conectado y muchas veces nos enfrentamos a situaciones de acoso y difamación en las redes sociales”, enfatizaron.
Alto. final y mensaje. para recordar
El reloj marcó las 2 p.m. mientras cada niña subía las escaleras de la Biblioteca Infantil y Juvenil de República Dominicana y tomaba asiento en el auditorio, listas para escuchar los mensajes de personajes como la primera dama Raquel. Arbaje, la autoproclamada «tía de todos» y la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, donde una cosa quedó clara: «El cielo es el límite».
Después de escuchar lo importantes que eran las niñas y cómo sus deseos y quejas merecían ser evaluadas y resueltas, salieron del auditorio con frases como “No quería irme”, “Me encantó esta experiencia”. » y «fue divertido».
Cada una de ellas expresó sus sueños al periódico Hoy, donde Anny quería ser obstetra porque le gustan mucho los niños y ayudar a las personas, y otra quiere ser «una gran educadora». «.
Esta gira es una brillante iniciativa de Plan Internacional República Dominicana, invitando a organizaciones como el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia (Conani), Superate y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).