Los informes sobre el desempeño de la economía o de cualquier empresa pública o privada parecen estar escritos en ucraniano, son confusos y aún más difíciles de entender, pero siempre se pueden escuchar usando la sólida herramienta del sentido común. .
Funcionarios, economistas, empresarios, legisladores y líderes políticos discutieron extensamente sobre las desventajas o ventajas que atribuyen al fracaso del proyecto de reforma tributaria y ahora muchas veces actúan como clarividentes. sólo podemos adivinar qué pasará con las finanzas nacionales sin nuevas fuentes de ingresos.
Este sentido común nos dice que la principal razón para la reforma fiscal en primer lugar es reducir el déficit presupuestario, el la cifra media es del 3,1% del total. Producto interno desde 2019 (PIB), equivalente en términos absolutos a unos 250 mil millones de RD$ al año.
Déficit presupuestario igual a la deuda pública, el monto en agosto ascendió a 57 596.0 millones de dólares estadounidenses, en porcentaje términos equivalentes al 46,3% del PIB, mientras que el pago de esta deuda (pago de intereses y cuota de capital) representa el 27% del presupuesto general del Estado, en más dólares y en menos dólares.
Cabe mencionar que el modelo económico dominicano no resistirá una presión tributaria superior al 18%, porque carece de un número suficiente de contribuyentes principales y porque quienes aquí operan (oro, turismo, zonas francas) se benefician de contratos privilegiados a largo plazo. . Aquí no me refiero a la necesidad de financiamiento para el déficit cuasifiscal, porque existe consenso sobre este tema entre el gobierno, la autoridad monetaria, el sector empresarial y los políticos. líderes, pero la preocupación se refleja en las cifras de deuda y déficit presupuestario, que
Con el anuncio del presidente Luis Abinader de que el gobierno no tiene planes de implementar otra reforma tributaria, las opciones para superar la relación negativa entre ingresos y gastos para combatir la evasión fiscal y la necesidad de recortar y satisfacer las necesidades del gasto público, los caminos se están trazando con mucha cautela.
Cada año, las autoridades fiscales dejan de recaudar del 4% al 6% del PIB debido a los impuestos evasión, incluido el impuesto al gasto público. Transferencia de bienes industriales (Itebis). A medida que el hacha oscila de un lado a otro, podemos llegar a una cifra más cercana al 1,5% que produciría una reforma fiscal inviable.
