, la Iglesia católica en Nicaragua está sufriendo la peor persecución de su historia. La relación entre el gobierno de Ortega y la Iglesia católica atraviesa momentos de extrema tensión, caracterizados por la expulsión, encarcelamiento y desnacionalización de obispos y sacerdotes. . / Fuente externa
San José, Costa Rica.- La Iglesia católica en Nicaragua sufre la peor persecución de la historia con el gobierno sandinista encabezado por Daniel Ortega, su esposa y la vicepresidenta, Rosario Murillo, presidenta , ONG», concluyó el Colectivo Nicaragua Nunca Más en un informe difundido el jueves.
La organización agregó que se trata de «una política y una práctica de represión estatal, sin precedentes en la historia» de Nicaragua, que incluso va más allá del período de guerra, «con el agravante de la llamada paz de la tiranía, quienes no la bendicen por los crímenes cometidos en el ejercicio del poder son considerados sus peores enemigos». sacerdotes encarcelados, hombres y mujeres religiosos, represión y deportación, incluso en tiempos de guerra, sin la promoción de un terror como el que sufrió el pueblo de Nicaragua y especialmente la Iglesia católica, quienes fueron perseguidos incluso cuando sonaba la campana. . campanas”, afirma el colectivo, que incluye a activistas nicaragüenses exiliados y tiene su base en Costa Rica.
El resultado ha sido, según este informe, “una represión contra la Iglesia, y especialmente contra los sacerdotes y otros religiones, constituye un crimen contra la humanidad.
Esta organización acusa a operadores sandinistas de cometer al menos cuatro crímenes de lesa humanidad contra seguidores religiosos: deportación o desplazamiento forzado de población (exilio), encarcelar, torturar y oprimir a un grupo o comunidad.
Según este Colectivo, el Gobierno de Ortega arrestó a 74 religiosos -en su mayoría sacerdotes- y liberó y exilió a 63 de ellos, y al menos 35 fueron despojados de su ciudadanía.
Porque según esta ONG, » el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo busca el control total de todos los sectores de la vida, incluida la conciencia del pueblo.»
«La propuesta es controlarlo todo, uno de los últimos bastiones son las iglesias. Para ello, el régimen utiliza toda la violencia, a través de las instituciones, la mentira y la manipulación, según esta lógica, lo que no se puede controlar será cerrado y eventualmente aniquilado”, señaló Este colectivo lo recuerda desde el inicio de. Durante las protestas antigubernamentales de abril de 2018, la Iglesia católica “comenzó a convertirse en blanco de ataques del régimen y especialmente del matrimonio Ortega-Murillo”.
«Estos ataques equivalieron al encarcelamiento de sacerdotes, obispos y religiosos, así como otros actos de «ataques a símbolos religiosos, prohibición de actividades públicas y callejeras como procesiones, vigilancia en parroquias para escuchar, ver e informar sobre cualquier comportamiento». tipo de actividad religiosa y especialmente de sus participantes», así como «el cierre de los medios de comunicación de la Iglesia» y de las organizaciones religiosas destinadas a la ayuda humanitaria, médica y educativa. No se trata sólo de una persecución política sino también de una verdadera persecución religiosa contra los sacerdotes, prohibiendo actividades religiosas y suspender relaciones diplomáticas.
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