La República Dominicana está frustrada por una nueva ola de feminicidios registrada en los últimos días. Mujeres llenas de sueños, hijas, madres, amigas y profesionales, fueron brutalmente asesinadas, revelando la alarmante y persistente realidad de la violencia de género en este país.
Las justificaciones dadas por los agresores no sólo son absurdas , pero generan indignación y dolor, reflejando que detrás de cada personaje hay vidas humanas irremplazables.
Según la Ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, en De 2005 a 2018, el promedio anual de Los feminicidios en el país fueron 96. Desde agosto de 2020 hasta junio de este año, la cifra había bajado a 64 mujeres por año.
Según un informe del Observatorio de la Mujer del Ministerio. 59 casos. Sin embargo, las estadísticas no aminoran el impacto de los titulares que aparecen frecuentemente en los diarios: “Hombre mata a puñaladas a su pareja en Capotillo 42” o “Mujer golpeada por su pareja murió en Villa Altagracia”. Uno de El caso más impactante es el de Nazario Mercedes, identificado como un asesino en serie de mujeres luego de asesinar a seis mujeres en fechas y lugares diferentes desde 1995.
Su última víctima fue su socia, Yessica Figueroa, a quien. lo mató a golpes. Al ser arrestada, Mercedes confesó el asesinato con aparente frialdad, diciendo «esa no es mi norma» y asegurando que estaba «arrepentido», pero ¿realmente se sentía triste después de 29 años de crimen?
Otro Un hecho desgarrador fue el asesinato de Yulissa Germán Suárez y su madre, Juana Suárez, a manos de Johan Castro Mejía. Según la investigación, Castro irrumpió en la casa de su exsuegra, le disparó en la cabeza y luego atacó a Yulissa, hiriéndola gravemente. Yulissa dejó tres huérfanos. Escoltado por las autoridades, Castro se justificó diciendo: «El diablo motiva a la gente en la vida», como si fuera una excusa.
Dania Isabel Domínguez, de 25 años, también murió a causa de una puñalada. a manos de su expareja, Enmanuel, tras una discusión en la calle 42 de la zona de Capotillo, que dejó huérfanas a tres niñas.
Otro caso impactante es el de Rosario Guzmán, asesinada por su novio, Endri Rigoberto Alonso Pérez, tras rechazar sus insinuaciones románticas. Según testigos, Rosario denunció el acoso a su pareja pero no se tomó ninguna medida. Alonso aprovechó la ausencia de su hermano para cometer un delito, matándola a golpes delante de una niña de dos años.
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