Maite es originaria de Madrid. No tiene raíces gallegas en su árbol genealógico. Sin embargo, algo la guió hasta Forcarei. Me aseguró que la sensación de estar en casa es tan maravillosa que no se puede expresar con palabras. En enero abrirá las puertas de su Fogar Ceibe para vivir su primera experiencia local de vida rural comunitaria.
Algo le llevó hasta Forcarei, aunque no sepa exactamente qué es. Maite Gómez Vicario no tiene familia en este municipio de Terra de Montes. Aunque revisó las ramas del árbol genealógico que conocía, ni siquiera pudo contactar con ningún familiar gallego. Sin embargo, la sensación de hogar que experimentó en el local forcaricense de Loureiro no puede explicarse más allá de la creencia de que sus raíces en la tierra están impresas en su ADN. En enero, el emprendedor abrirá su casa como espacio libre. Literalmente. «Fogar Ceibe» es el nombre elegido para la primera experiencia de convivencia rural en la zona.
El carácter de la apuesta de Maite, que recibió las llaves de la casa que compró en Loureiro, fue crear «un mundo pleno y soberano». espacio para producir alimentos y acoger personas, para redescubrir las memorias ancestrales de nuestros ancestros que supieron vivir en armonía con los ciclos de la naturaleza. La misión que este madrileño se propuso en Fogar. Ceibe “vive en comunidad, pero no en comuna, ni en el sentido de comunidad”. “Un espacio en el que cada persona tiene su espacio privado pero tiene algún espacio común. Puede parecer una utopía, enfatizó, pero cada vez existen más sistemas de vida colaborativos, en los que los dones y talentos de cada persona “necesitan desarrollo”. depende del dinero como moneda.
Esta empresaria – comenzó a trabajar en el campo médico, luego continuó trabajando en el campo de servicios sociales, luego fue periodista en México y pasó al campo de la educación – estos semanas, se apresura a tomar las medidas necesarias para utilizar dos habitaciones de su casa en Forcarei como espacio de vida compartido el 1 de octubre, principalmente para trabajadores remotos. Senderismo, hidroterapia o volver a la elaboración tradicional de los platos más típicos de la cocina gallega son algunos hábitos que pueden resultar adecuados para esta casa, cuyo lema principal es “el yo es por la existencia”. “El valor más importante que tenemos es la libertad, y en este espacio las personas pueden ser ellas mismas”, enfatizó. Así, las conchas de Ponte do Crego representan la carretera en el símbolo del patrimonio local. «Es el camino que lleva a ti. Cuando vuelves a ti mismo, eres libre», enfatizó.
Creativa desde que nace, Maite se guía por principios como el amor, la justicia, la libertad y la solidaridad. , paz. , respeto y alegría de vivir. “Sigo sintiendo que mi niña interior me empuja a seguir creando y compartiendo enfoques alternativos de la vida”, explica. Su filosofía de vida le ha ayudado a afrontar muchos obstáculos en la vida, incluido un diagnóstico difícil que podía contradecir
“No era un proyecto de la mente”, afirmó Maite. Aseguró que había empezado a gestarse hacía mucho tiempo, pero tuvo que dejarse guiar por lo que sentía en cada momento y lugar, hasta acabar en este pueblo de Forcarei. Así que decidió dejar su trabajo como empleada fija en la Comunidad de Madrid y emprender un camino que no sabía hacia dónde la llevaría. Creó un grupo de WhatsApp al que llamó “Comunidad” y en él colocó una imagen de un dibujo que ella misma había hecho, sin saber muy bien de dónde le vino la inspiración. “Alguien me dijo: lo que pintaste ya existe en Galicia”, afirmó. Primero fue a Ourense y allí la sorprendió el titular: «El terreno más barato de Galicia está en Forcarei», recuerda. “Busqué y encontré esta casa. Nunca imaginé que todo estaba planeado. “Todo es fluido”, explica.
El ejemplo emprendedor de Maite Gómez Vicario fue elegido ayer por Igualdade e Mulleres de A Estrada para celebrar el Día del Emprendedor Muller, primer impulsor del modelo de coliving rural. El sector compartió con los participantes del evento celebrado en el MOME otro de los pilares del Fogar Ceibe: adiós al estrés de la competición”, apuesta Maite, que admite haber aprendido que las personas son capaces de afrontar desde el principio las experiencias difíciles, el dolor o “ Vivo mi vida divirtiéndome y siento que puedo transmitirlo”, enfatizó que para ser libre, primero hay que aprender a reír con plenitud. pendiente. Corajudo.
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