Guadalajara (México), 3 dic (EFE).- Naturaleza, tecnología, lectura y descanso son los ingredientes que dan vida al pabellón español como invitado de honor del país en la Feria Internacional del Libro de México (FIL) Guadalajara, un lugar “ida y vuelta” para conocer y disfrutar disfruta.
El espacio es un bosque natural en el que convergen los caminos de cientos de personas que acuden a la feria de habla hispana más importante para buscar libros, conocer a sus autores favoritos o asistir a alguna de las 3.000 actividades. y presentaciones que configuran el programa general.
El pabellón está inspirado en el movimiento y también en los intercambios que históricamente se produjeron entre España y América Latina, explicó a EFE este martes Álvaro Molins, integrante de Studio BURR, diseñó el espacio a través del llamado a licitación. public.
«Nace de recoger mensajes del comisario del Pabellón de España, que narró el viaje de ida y vuelta, hablando de movimientos literarios y escritores entre España y ‘América Latina’, afirmó.
Al entrar a la feria, es inevitable que el olor a hierba y frescor provenga de las islas con sus plantas se sitúan a la mitad de 1.000 metros cuadrados de la feria.
12 especies endémicas de la Península Ibérica y 12 especies del territorio mexicano, conviviendo en un «paisaje inventado», tal y como los diseñadores de su diseño, entre ellos agave, lavanda, yucas, olivos, pinos y romeros, da vida al lugar.
Ramón Martínez, uno de los arquitectos El arquitecto dio proyecto cobra vida, cuenta a Efe que la idea de tener un pequeño bosque nació de la sensación de leer al aire libre o en espacios naturales y esto se consiguió gracias a una colaboración con la empresa paisajista española Ambienta.
Agregó que se escogieron las especies españolas no solo porque pueden sobrevivir en un espacio cerrado con poca luz natural directa, sino también porque pueden sobrevivir en México, pues serán donadas al Museo de Ciencias Ambientales. al final de la feria.
Zona de descanso
Situado en el corazón del recinto ferial, el Pabellón de España se ha convertido desde hace varios días en un lugar que permite a los visitantes encontrar un momento de Paz para leer, descansar o charlar. AL interior.
La arquitecta Elena Fuentes dice a Efe que el espacio da alegría, frenando en una feria con tanto que hacer, por lo que la gente que pase querrá pasarse por alguna de las jardineras, escucha conferencias o hojear un libro.
«Es un lugar de reunión, descanso, celebración y entretenimiento para quienes entran o salen y necesitan un poco de tiempo porque compró un libro o porque se encuentran con alguien, en alguna de estas esquinas, pueden detenerse un momento», dijo.
En una de las secciones del stand se levantaron estanterías rosas que contenían casi 12.000 libros ofrecidos por editoriales ibéricas, una especie de pequeña babel en la que se podían encontrar libros en todos los idiomas
Junto a la librería, una pantalla redonda sobre fondo verde muestra las actividades realizadas por los 230 autores, artistas y expertos de la delegación de la feria
Finalmente, los arquitectos enfatizaron que el pabellón está construido con materiales sustentables y en parte. La biblioteca será donada a la biblioteca pública de Guadalajara, con el objetivo de reutilizar y evitar el mayor desperdicio posible.
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