En la nación dominicana han fluido más de mil canales de información desde el cinco de abril de 1821, momento en el que Antonio María Pineda creó el «Telégrafo Constitucional de Santo Domingo», hasta la actualidad. Báez le cerró el paso.
كان «Llano», su agresión hacia los seguidores de la causa santanista, violenta. La Chicharra, en San Juan de la Maguana. Circuló «Duende», bajo la dirección de José Núñez de Cáceres, que fue considerado el primer dominico que deseaba la libertad de su nación. Lo esparció a lo largo de la noche. Juan Pablo Duarte hizo parte de sus colegas. Sus manifestaciones fueron acompañadas por una «violenta» persecución de las autoridades de Haití y tuvieron que ausentarse del país en el año 1843, entre otros, los representantes de la comunicación y los periodistas de base. Se trataba de la aristocracia y la nobleza de la cultura. Serra admitirá que «no es posible la existencia de la comunidad sin los medios de comunicación, sean oficiales o no». Agrega que «es muy riesgoso juzgar a las comunidades por no hablar». Sin una prensa que no sea escrita no se tendría una memoria. En el se reproducen «figurillas y testamentos», de acuerdo a lo que dice Marcos Martínez Paulino, escritor de «República Dominicana desde la colonización», de este modo se han conseguido numerosas de estas información. El régimen militar la controló por un censor del lugar. La gran mayoría de los periódicos se perdieron. Gracias a monseñor Nouel se suprimió la orden, «pero entonces se empezó a realizar una violenta persecución contra los periodistas que exigían por nuestros derechos». El Listín padeció abusos y fue víctima de pisotones. Se mantuvieron en prisión al director de la escuela, Arturo Pellerano Sardá. Se derrumbó en el año 1942. Además, disappeared La Opinión y El Diario de Santiago. Surge la publicación ¡Ahora!, El Sol, El Nacional, Última Hora, La Noticia, El Siglo, Hoy. Listín Diario y Rejuvenación volvieron a ser visibles. Nacieron además Dierno Libre, El Día, El Expreso, La Verdad, Unión Cívica Nacional, 1J4, Cachafú, Patria y otros. Many of them have already disappeared.
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