En un ambiente lleno de fe y devoción, la tarde de este martes se llevó a cabo la procesión en honor al Día de Nuestra Señora de la Altagracia en la Zona Colonial. Los feligreses católicos honraron a su santo patrón espiritual con entusiasmo y solemnidad. en una procesión que recorrió las principales calles de la Zona Colonial, reuniendo a cientos de familias, congregaciones y creyentes vestidos de blanco, con crucifijos y un profundo amor por su “Madre”.
Salida del histórico Primado Catedral de América, entre cantos y oraciones, los participantes avanzaron con respeto y unidad, reflejando la tradición de esta procesión que se realiza cada año.
La procesión avanzó por las calles empedradas hasta llegar Puerta llegó al conteo. , donde los participantes interpretaron con orgullo los acordes del himno nacional. En ese momento, líderes religiosos, entre ellos sacerdotes y miembros de comunidades católicas, entregaron emotivas palabras a la Virgen de Altagracia, enfatizando su guía espiritual para los dominicanos.
«Los colores de la bandera llevan los colores del manto de la Virgen de Altagracia», dijo el Padre Nelson Clark, señalando la conexión entre la Virgen María y la identidad nacional.
También enfatizó la importancia del Año Jubilar enviando un mensaje a la gobierno de la republica dominicana República.
«Estamos en un año jubilar, el jubileo comienza de nuevo, el Papa exigió que se controlen las deudas de los países pobres, y si no todas, al menos parte de ellas. Nosotros también » Pidamos que así sea en República Dominicana para que se paguen las deudas de aquellos a quienes se les debe, el pueblo. «El gobierno debe dinero al pueblo para poder crear el fondo y pagar la deuda», concluyó Clark.
Acompañada de los instrumentos de la Orquesta del Ejército de República Dominicana, las Hijas de Altagracia y representantes de las distintas parroquias, la procesión continuó por la calle Monseñor Nuel, con palpable entusiasmo entre los participantes que paseaban la antigua calles de la zona Colonial con paz.
El destino final fue el Santuario Arquidiocesano de Nuestra Señora de la Altagracia, ubicado en la Calle Hostos en el Zona Colonial, fundada en 1922, lugar que durante más de un siglo ha sido testigo de innumerables expresiones de fe en la Virgen María.
En el santuario, cientos de católicos esperaban con alegría la llegada de la Virgen María y la procesión, acompañada de familiares, amigos y ofrendas.
Al llegar fueron recibidos por sonidos de música religiosa mientras las campanas repicaban con fuerza. Santuarios.
Allí, luego de la repetida interpretación del himno nacional, se realizó una misa, que comenzó a las 6 de la tarde y finalizó con una procesión.
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