Maryland. Una semana después del segundo mandato de Donald Trump y de sus esfuerzos por combatir la inmigración ilegal, los funcionarios federales están trabajando con renovada determinación, al darse cuenta de que «nadie tiene pase libre nunca más».
Una docena de funcionarios de inmigración y aduanas Los agentes del orden se reunieron en un estacionamiento de Maryland antes del amanecer del lunes y luego se desplegaron por los suburbios de Washington para encontrar a su objetivo: alguien buscado en El Paso. Salvadoreño por asesinato, un hombre por robo a mano armada, un migrante declarado culpable de posesión de material de abuso sexual infantil y otro por posesión de drogas y armas. Todos estaban en el país ilegalmente.
«Los peores llegan primero», dijo Matt Elliston, jefe de la oficina de ICE en Baltimore, sobre las prioridades de la agencia.
The Associated Press La prensa siguió a los agentes que brindaron información sobre cómo su trabajo ha cambiado a la luz de la decisión de la Casa Blanca de deportar a un gran número de inmigrantes que viven en los Estados Unidos sin autorización.
Personas que se consideran una amenaza para el público La seguridad y la protección nacional siguen siendo la máxima prioridad, afirmó Elliston.
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