Pero sus orígenes son aún más curiosos: se remontan a la posguerra, cuando la escasez de cacao obligó a la empresa italiana Ferrero a idear una solución innovadora: una pasta dulce hecha con avellanas, azúcar y sólo una pizca de cacao. Así nació el precursor de Nutella.
En 1946, Ferrero publicó su primera receta llamada Giandujot, un dulce de hojaldre en forma de barra que se podía cortar y untar en pan.
Cinco años después, en 1951, evolucionó a una versión más cremosa y fácilmente untable llamada SuperCrema, según el sitio web oficial de Nutella.
No fue hasta 1964 que Ferrero mejoró la fórmula y le dio su nombre definitivo: Nutella®. Un año después, la icónica lata con su diseño distintivo se introdujo primero en Alemania y luego en Francia. En 1978, la expansión a través de los continentes comenzó con la apertura de la primera fábrica fuera de Europa en Australia.
La influencia de Nutella fue más allá del gusto y se convirtió en un fenómeno cultural. En 1996, artistas como Decouflé, Paco Rabanne y Wolinsky participaron en Generation Nutella®, un evento en París dirigido a aquellos que habían crecido con el producto, según el sitio web.
En 2005, Nutella entró en el Libro Guinness de los récords cuando 27.854 personas en Alemania participaron en el desayuno continental más grande de la historia. Dos años después, el 5 de febrero fue declarado oficialmente Día Mundial de Nutella en el calendario, una celebración anual para los fanáticos de la marca.
Para su 50° aniversario en 2014, la marca lanzó nutellastories.com, donde más de 76,400 fanáticos compartieron recuerdos e historias. Italia incluso ha emitido un sello conmemorativo en honor al legendario producto. Hoy en día, Nutella se consume no sólo en su forma tradicional, sino también como ingrediente en helados, muffins, galletas, café y croissants. La marca dice que su éxito radica en la combinación de pasión, calidad y cuidado de los ingredientes.
Agregar Comentario