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El cantante se trasladó de Moca a Santo Domingo en los años 90 para estudiar música clásica, pero casi al terminar se desvió hacia lo popular. Unos zapatos rotos hicieron que Zacarías Ferreira no siguiera los pasos de la música sinfónica y tomara un rumbo diferente, el de la bachata. Aquel día de los años 90, el entonces estudiante del Conservatorio Nacional de Música, en Santo Domingo, iba llegando al centro de estudios cuando ve a un señor caminar junto a su niño, con un violín y otro instrumento de metal. “Cuando le miro los pies le veo los zapatos rotos, al calzado del hombre se le veía el abierto”, recordó Zacarías en su reciente visita a Listín Diario. Al verlo llegar, los demás músicos le dicen: – maestro, venga para ayudarle-. Le colaboran, con toda la cortesía y pleitesía, y cargan sus cosas, mientras el niño siguió a la Escuela Elemental de Música. Aquel señor era el maestro de la Orquesta Sinfónica Nacional y verlo en esa situación precaria hizo que Zacarías se pusiera a reflexionar de inmediato sobre su futuro en la música. “Me pongo yo a reflexionar y digo: – okey, yo que vengo de un campo, de Moca, Tamboril, y soy un estudiante de música, soy el hijo mayor, el mayor de tres hermanos, y soy el que vine a la capital supuestamente a buscar un futuro para ayudar a mi familia, entonces digo yo: – pero este no es el camino, la música clásica no es el camino”. Entonces se dijo: “Si este maestro que toca con la Sinfónica Nacional tiene los zapatos rotos y además veo la guagua de la institución con el bumper doblado, pues no, me devolví de ahí mismo, no entré al Conservatorio y jamás volví”. Zacarías había llegado a Santo Domingo para estudiar música clásica. Casi al finalizar la adolescencia salió de Moca, donde se crió, porque nació en Tamboril. “Me traslado a la capital porque fui a Santiago a inscribirme en Bellas Artes, a estudiar música, pero entonces cuando fui el señor que estaba ahí inscribiendo dijo: – vengo ahora-. Y no volvió más. Me dejó ahí”, rememoró. Ante la desilusión “hablé con un primo mío, que se llama Nene, a quien le manifesté que tenía intenciones de estudiar música, el deseo no solamente de ser un músico empírico, yo tocaba guitarra de oído, sino que quería formarme”. Sobre el tema abundó: “Él me dijo: – pues vete conmigo para la Capital-. Vine a vivir donde una tía mía, hermana de mi padre, y entré a una escuela, una sucursal del Conservatorio, donde preparan a los estudiantes, con el primer libro, teoría musical, para luego recibir el examen en el Conservatorio y entrar”. Ahí permaneció cinco años hasta ese día que no volvió más. Pronto su mundo fue la música popular, en particular la bachata, género que visualizó con buen empuje en el mercado musical. En esos años, mediados de los 90, estaban pegados Anthony Santos, Luis Vargas, Raulín Rodríguez, Joe Veras, Frank Reyes, entre otros. “Yo no sabía qué hacer si era merengue o balada, no sabía que iba a hacer bachata, pero cuando yo vi el auge del ritmo me decidí”, expresó Zacarías durante su reciente visita a Listín Diario para un conversatorio en el podcast de Listín Diario con las periodistas Audry Trinidad, Yerlendy Abad y Ashley Ann Presinal. “Siento que te quiero” fue su primera bachata que caló en el gusto de la gente. Está incluida en su primer álbum de 1998, “Me liberé”, que lo llevó a ganar su primer premio Casandra. A través de casi tres décadas, sus temas llegaron al corazón del pueblo con títulos conocidos como “El triste”, “Dime qué faltó”, “Es tan difícil”, “Amiga veneno”, “Quédate conmigo”, “El intruso”, “Ya no te buscaré”, “Sobran las palabras” y “La asesina”. Novedad. Zacarías prepara su próximo álbum, compuesto por 14 temas, entre ellos uno a ritmo regional mexicano (por primera vez), así como un son (“Un montón de estrellas”, de Polo Montañez) y un tema urbano fusionado. Después de casi 30 años de muchos logros en su carrera, ahora el bachatero se ve obligado por primera vez a lidiar con un escándalo que también le ha afectado emocionalmente. Él fue demandado por Danny Daniel, quien alega que se benefició de la canción “Tú no correspondes”. El dominicano niega las acusaciones y afirma que se trata de una persecución en su contra para continuar con otros artistas dominicanos que igualmente han interpretado temas de la autoría del español.
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