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Washington. El expresidente Donald Trump recibió ayer a Shohei Ohtani, Mookie Betts y a los Dodgers de Los Ángeles, actuales campeones de la MLB, en la Casa Blanca para celebrar su triunfo en la Serie Mundial de la temporada pasada.
Trump elogió a los individuos con mucho talento que superaron a los Yanquis de Nueva York en cinco partidos, pero evitó mencionar a algunos senadores demócratas presentes en la ceremonia porque “simplemente no me agradan, así que no los mencionaré”.
Asimismo, destacó a varios jugadores de los Dodgers por sus logros en la temporada anterior, elogiando a Ohtani por convertirse en el primer jugador con 50 jonrones y 50 bases robadas, al lanzador japonés Yoshi Yamamoto y al MVP de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, Tommy Edman.
Trump elogió a Betts por su desempeño y, antes de darle la mano en la ceremonia, hizo una indirecta a los Medias Rojas de Boston por haberlo traspasado a los Dodgers.
Mookie Betts, quien formó parte de los Medias Rojas ganadores en 2018, no estuvo presente en la visita de ese equipo a la Casa Blanca al año siguiente durante el primer mandato de Trump. Betts estaba en los Dodgers cuando ganaron la Serie Mundial en 2020 y asistió a la celebración en 2021 con el presidente Joe Biden.
Betts, de 32 años, es el único jugador afroamericano en los Dodgers que regresó del equipo de la Serie Mundial de la temporada anterior.
“Nadie más en este vestuario tiene que tomar una decisión como esta, excepto yo”, expresó Betts el fin de semana sobre su decisión. “Eso es lo que lo complica. Pero así es. No pretendo politizar esto de ninguna manera. Solo quiero estar con mi equipo para celebrar algo. Es un privilegio recibir una invitación como esta. Simplemente quiero estar allí con ellos.”
El mánager Dave Roberts calificó la invitación como un gran honor que cada campeón de la Serie Mundial tiene la oportunidad de experimentar. Roberts indicó que ir a la Casa Blanca no surgió de una conversación formal entre él y los jugadores.
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