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Reyes Maroto (Valladolid, 1973) comienza su primera semana como nueva secretaria de organización del PSOE en la ciudad de Madrid. Una elección sin objeciones ni luchas internas que confirma su liderazgo. Su formación intentará hacer frente a José Luis Martínez-Almeida y su partido, que actualmente gobierna por mayoría absoluta en el Ayuntamiento. La exministra de Industria, Comercio y Turismo, atraviesa una legislatura en la que la trama de Ábalos ha terminado por salpicarla mediáticamente (que no judicialmente) y en la que el alcalde la ha puesto como principal objetivo de todas sus críticas, personales y políticas. ¿Qué plan tiene como nueva líder para lo que queda de legislatura? El plan es ganar las elecciones en 2027. Mi paso afianza un proyecto de continuidad de una candidatura que asumí hace dos años, con la intención de recuperar la buena política en Madrid frente a la crisis democrática que el Partido Popular ha instaurado. ¿Y por dónde empezará para recuperar esa “buena política”? Se empieza definiendo prioridades y sin duda la vivienda lo es. Garantizar el derecho a la vivienda en esta ciudad, como vimos en la manifestación de este pasado sábado, que pedían garantizar el artículo 47 de la Constitución. La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento han decidido vetar la ley de vivienda, el quinto pilar del estado de bienestar, por un interés revanchista de confrontar con el Gobierno utilizando a los madrileños de rehenes. No quieren declarar zonas tensionadas que supondrían topar el precio de los alquileres. Muchos inquilinos verían una rebaja sustancial en sus rentas y los propietarios bonificaciones importantes. ¿Qué primeras medidas tomaría como alcaldesa de Madrid? Haría tres cosas: declarar zona tensionada, cerrar las 15.200 viviendas turísticas ilegales que el Ayuntamiento [destapadas por el Ministerio de Derechos Sociales y Consumo tras un informe entregado a Almeida] permite porque no aplica la disciplina urbanística. Almeida es cómplice de las inmobiliarias. Para que los madrileños se hagan una idea, estas viviendas, que tendrían que ir al mercado regulado, son las mismas que construirá el Gobierno de España en Carabanchel y Campamento. Donde el Gobierno construye vivienda asequible, el alcalde permite que haya viviendas ilegales que expulsan a los vecinos. Lo tercero sería construir vivienda pública. Ahora mismo, el alcalde vende suelo de todos los madrileños a intereses inmobiliarios. Este año se van a vender 44 parcelas. Me gustaría dotar a la empresa pública de vivienda de más recursos, no puede ser que de 7.000 millones al año solo se dediquen 127 a vivienda pública, es un dato raquítico. El modelo del PP es diferente al nuestro: es liberal, en el que la inversión pública se detrae y no garantiza el derecho a la vivienda. Sin embargo, Almeida ha logrado construirse la imagen de alcalde popular, afable y cercano. Ha cambiado. Él es una parte importante de la crispación en la que se ha instalado el Partido Popular. Decimos que la máquina del fango está en la Puerta del Sol, pero el epicentro llega hasta Cibeles. Ha cruzado muchas líneas rojas, llegó a sacar imágenes de los terroristas de Hamás en el pleno. Ha dejado de representar a la institución y se ha convertido en un alcalde crispado que no habla de Madrid, se limita a confrontar con Sánchez y a reproducir las mentiras de los pseudomedios de comunicación. Para mí ha perdido totalmente el respeto, ha cruzado líneas como los insultos personales o la provocación permanente. Quiero que el PSOE combata esta antipolítica y que el Ayuntamiento deje de estar secuestrado por el Partido Popular. Cuando uno mira el Pleno de Cibeles, encuentra que Rita Maestre, de Más Madrid, es tratada con condescendencia, mientras que con usted hay mucho ataque personal. Ha traspasado líneas rojas y va a la persona. Responde a que está nervioso, lo que significa que estamos haciendo bien nuestro trabajo y que el PSOE está configurando una alternativa de gobierno al PP. Pero sus formas responden a ese epicentro de crispación que hay en Madrid para conseguir la desafección de la política y que la gente no vaya a votar, que al PP le viene bien. Es una suma de las dos cosas: nerviosismo y pérdida de calidad democrática. Cuando uno vota al PP, detrás de ese voto, están los recortes en sanidad y educación, en dependencia… Y cuando se vota al PSOE se vota para ampliar derechos. Ha mencionado los pseudomedios, y sería interesante hablar aquí sobre un tema que agitan con frecuencia: ¿Conoció usted o tenía relación con Víctor de Aldama? Lo que se conoce de los WhatsApp es así, nunca lo he negado. Me dicen que he mentido cuando he sido muy coherente sobre el contenido de los WhatsApp, tanto el primero que salió que se veía que referenciaba a un contexto de pandemia donde hay un proyecto de reactivación turística y le remito a la persona que le podía ayudar. Víctor de Aldama se ha convertido en el máximo valedor del Partido Popular, cada vez que hay un problema, hay un bulo y un pseudomedio que usa el PP para sacar una polémica. Y esto es todos los días. Puede ser Aldama o la polémica del 2 de mayo. Y cuando termine habrá otra, porque de lo que no quieren hablar es de la gestión y sus chanchullos. Denunciamos muchos chanchullos del ayuntamiento, que por cierto, nos dan la razón. Sobre todo denunciamos cuestiones de materia urbanística, que ponen la alfombra a las grandes constructoras y dan grandes contratos, lo que supone una minoración de recursos públicos a costa del interés particular de muy pocos frente a la mayoría social. ¿Está siendo víctima del lawfare? Soy víctima como otros tantos porque les interesa hacer ruido con determinadas personas. Yo estoy en primera línea de la política en Madrid, que es donde más se contamina. Respeto la justicia, es importante que confiemos en la justicia, pero están pasando cosas que me sorprenden y siempre del mismo lado. Pido a la justicia que las reglas sean las mismas para todos y cuando se judicialice algo, responda a una prueba y no a un titular de un pseudomedio. Por cierto, a mí todavía nadie me ha llevado a declarar. Nos quieren poner una careta, en mi caso de mala gestora, pero se cae por su propio peso. Vengo de la empresa privada, 20 años de trabajo ajenos a la política y es rara la persona que no hable bien de mi trabajo y de los resultados que conseguía. Estoy muy orgullosa de mi trayectoria y desmentiré cualquier insulto o mentira sobre mi gestión en el Ministerio de Industria. Fue un momento muy complicado en el que la pandemia impactó en una industria tan importante como el turismo. ¿Se entendería bien con Más Madrid de cara a un posible gobierno de coalición? Trabajamos bien y tenemos respeto mutuo, nos centramos en problemas del día a día. Tanto ellos como nosotros tenemos claro que trabajamos para los madrileños. Dedico poco tiempo a hablar de Venezuela o el ruido que trae el alcalde. De cara a las alianzas, habrá que verlo, yo quiero ganar y el PSOE tiene proyecto en Madrid. Nos estamos dejando la piel para dar esta batalla, jugar el partido y ganarlo.
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