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En la actual fase de duelo colectivo que vive el país, tras la tragedia del derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, que dejó cientos de heridos y más de 140 fallecidos, la intervención de los terapeutas de salud mental se hace imprescindible.
Por esa razón, al lugar de la tragedia han estado acudiendo más de cien psicólogos y psiquiatras, con la presencia del Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi).
Así lo confirmó Yanis Mejía, presidenta del gremio profesional, quien detalló que numerosos familiares han sido atendidos con episodios de ansiedad, profunda tristeza y depresión, debido al impacto de las muertes y heridos.
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A la discoteca Jet Set se le vino abajo el techo la madrugada del martes y eso ha provocado una tragedia nacional, con más de 100 víctimas.
“Estamos brindando atención puntual a los familiares de sobrevivientes en el lugar de la tragedia, en los hospitales y en el Instituto Nacional de Patología Forense”, dijo Mejía. Miedo, llanto, inseguridad, desesperanza y tristeza, es lo que más experimentan los familiares de las víctimas o personas desaparecidas, explicó.
Recomienda que las personas que son muy sensibles o tienen alguna condición, deben evitar leer o ver imágenes crudas en las redes sociales o en la televisión. Indicó que están trabajando con Salud Pública, el Servicio Nacional de Salud y el Ministerio de Interior y Policía.
Con respecto al impacto de la tragedia, el psicólogo y terapeuta Zoilo García, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm), precisó que no se trata de un duelo común lo que experimenta el pueblo dominicano. “Este es un duelo complicado y prolongado, el cual se caracteriza por una intensidad desbordante y persistente”, señala.
Explica que, con este tipo de duelo, se va deteriorando la estabilidad emocional y física de las personas, lo que incluye síntomas como tristeza profunda, añoranza constante, pensamientos negativos, culpa de los sobrevivientes e incluso deseos de morir, lo que se clasifica como duelo prolongado. “Eso es lo que se verá todos los días en las consultas”.
Ante este panorama de duelo complicado, es necesaria una estrategia adecuada y aprender a escuchar a los afectados y familiares, sin juzgar.
Es conveniente hablar de lo que se siente, expresar las emociones, sin juicios, no aparentar fortaleza, porque lo normal es llorar, sentir rabia y confusión, ya que eso valida las emociones. García considera contraproducente el aislamiento, lo que hace más pesado el dolor y dice que es bueno estar acompañados, aunque sea en silencio.
Analiza que ese tipo de acciones ayuda a manejar y hacer la pérdida menos dolorosa. Asimismo, a protegerse de comentarios hirientes.
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