Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Washington. En plena guerra comercial con China, que ha sembrado el pánico en los mercados, Estados Unidos suavizó su postura al exceptuar teléfonos inteligentes, computadoras y otros aparatos electrónicos de los aranceles masivos impuestos por el presidente Donald Trump.
De acuerdo con una disposición de Aduanas emitida el viernes por la noche, estas exenciones se aplican en particular a dispositivos electrónicos importados desde China, cuyos productos enfrentan gravámenes del 145 por ciento al entrar en Estados Unidos.
Los semiconductores también estarán exentos del impuesto aduanero del 10 por ciento que la primera potencia económica aplica a la mayoría de bienes, independientemente del país de origen.
Esta medida beneficiará, sobre todo, a gigantes tecnológicos como Apple -empresa que fabrica su iPhone y otros productos estrella en China-, así como a Dell o Nvidia.
Según datos del gobierno chino, Estados Unidos absorbe el 16.4 por ciento de las exportaciones chinas totales, en un intercambio de aproximadamente 500 mil millones de dólares, ampliamente favorable a Pekín.
Este cambio de rumbo de Estados Unidos es la mejor noticia para los inversionistas del sector tecnológico, según Daniel Ives, analista financiero de Wedbush Securities. Sin estas exenciones, la industria tecnológica estadounidense habría retrocedido 10 años y la revolución de la inteligencia artificial se habría desacelerado considerablemente.
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