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“¡Ya era hora, Vladimir!”, exclamó George Springer desde el dugout tras colocar la chamarra del jonrón sobre los hombros de Guerrero y darle un golpe al casco.
Vladdy, luego de 27 partidos sin conectar un cuadrangular desde la temporada anterior, asintió.
“¡Ya era hora!”, gritó Guerrero, tras saborear su batazo con unos pasos hacia primera base y dejar caer el bate al suelo.
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Este fue un Guerrero de antaño, el momento que él y los Blue Jays habían anhelado todo abril y el broche de oro de una victoria por 3-1.
El slider devastador de Spencer Strider rara vez termina en las gradas, pero este se apartó demasiado del plato y Guerrero lo despachó a 412 pies hacia el jardín izquierdo.
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