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Washington. — Meta Platforms, la casa matriz de Facebook, se enfrenta a un juicio trascendental en un tribunal federal de Washington. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) la acusa de haber construido un monopolio ilegal mediante la adquisición de Instagram y WhatsApp hace más de diez años.
La FTC busca que Meta se deshaga de estas plataformas, aduciendo que las compras se realizaron para neutralizar a posibles competidores y fortalecer su dominio en las redes sociales.
El juicio, que comenzó el 14 de abril, constituye una amenaza significativa para Meta, que obtiene una gran parte de sus ingresos publicitarios de Instagram.
En su defensa, el director ejecutivo Mark Zuckerberg declaró que ambas aplicaciones habrían tenido dificultades para crecer sin el apoyo financiero y técnico de su empresa.
Reconoció, sin embargo, que Instagram ofrecía una mejor experiencia de cámara que la de Facebook en aquel momento, lo que influyó en la decisión de adquirirla por mil millones de dólares en 2012. WhatsApp fue comprada en 2014 por 19 mil millones.
Durante su testimonio, Zuckerberg explicó que crear nuevas aplicaciones exitosas es complicado, y que la mayoría de sus intentos anteriores no habían prosperado. También argumentó que Meta enfrenta fuerte competencia por la atención de los usuarios, mencionando a TikTok y YouTube como rivales importantes.
Destacó cómo el auge de TikTok impulsó la creación de Reels, el formato de video corto de Instagram, aunque admitió que la app china sigue siendo más popular.
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Por su parte, la exdirectora de operaciones de Meta, Sheryl Sandberg, respaldó el argumento de que el mercado digital es muy competitivo.
Afirmó que la verdadera lucha entre las plataformas es por el tiempo y la atención de los usuarios, y no por la eliminación de competidores.
Sin embargo, la FTC sostiene que las adquisiciones de Meta han limitado la innovación y perjudicado la experiencia de los usuarios con un exceso de publicidad.
Este juicio no solo pone en peligro la estructura actual de Meta, sino que también supone una prueba crucial para las intenciones del nuevo gobierno de Donald Trump en lo que respecta a la regulación de las grandes tecnológicas.
Aunque Meta ha intentado acercarse políticamente al presidente, la FTC ha mostrado firmeza en llevar adelante el caso, uno de los más relevantes en la historia reciente del sector digital.
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