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Musk respalda su labor en el gobierno de Trump y se dispone a distanciarse del DOGE

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Ver coches en llamas no es divertido", agregó, aludiendo a los incidentes de coches Tesla siendo destrozados o incendiados.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

WASHINGTON (AP) — En vísperas de su despedida como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Elon Musk solicitó a los periodistas reunidos en la Casa Blanca para entrevistarlo: antes de contestar cualquier pregunta, anhelaba que alguien contara un chiste.

La petición, formulada el miércoles por el multimillonario tecnológico en la Sala Roosevelt, acentuó la presencia surrealista e idiosincrática del hombre más adinerado del mundo en las cimas del poder estadounidense. En los últimos meses, su tarea de reducción de personal ha sacudido el gobierno federal y generado una gran oposición, reflejada en protestas en contra de su compañía de automóviles eléctricos, Tesla.

Al meditar sobre su labor y la de su departamento en el gobierno de Estados Unidos, expresó: “Es gracioso que tengamos al DOGE”.

“¿Acaso no suena absurda esa idea, como si estuviéramos en una simulación o no supiéramos qué sucede? Pero, en un momento dado, fue una moneda meme”, comentó, riendo. “¿Cómo llegamos aquí?”

Musk, ataviado completamente de negro, pero sin las dos gorras que había llevado en la reunión del Gabinete el miércoles por la mañana, defendió el trabajo del DOGE mientras se apresta a reducir su participación en el gobierno y dedicar más tiempo a sus negocios. No obstante, dio respuestas vagas sobre el trabajo que había realizado y el porvenir de su departamento, y pareció desconcertado por la intensa reacción que había enfrentado.

“Ser atacado sin descanso no es muy divertido”, puntualizó. “Ver coches en llamas no es divertido”, agregó, aludiendo a los incidentes de coches Tesla siendo destrozados o incendiados.

“En el panorama general, creo que hemos sido efectivos. No tan efectivos como me habría gustado. Creo que podríamos ser más efectivos”, declaró Musk. “Pero hemos logrado avances”.

Los recortes a gran escala del DOGE han confrontado docenas de demandas. Los esfuerzos del departamento por acceder a información sensible del gobierno, como los datos de la Seguridad Social, han encontrado una resistencia similar en los tribunales. Y esta semana, los demócratas presentaron un rastreador en línea que cuantifica los fondos federales aprobados por el Congreso y que han sido bloqueados por el departamento de Musk, estableciendo una batalla constitucional entre dos ramas del gobierno.

El magnate no citó ejemplos de algo que habría hecho de manera diferente, pese a que el DOGE está lejos de su objetivo original de ahorro y ha exagerado su progreso.

El departamento buscaba disminuir el gasto en un billón de dólares. Musk estima que ha recortado 160.000 millones hasta ahora y admitió que sería arduo acercarse a un billón.

“Es como, ¿cuánto dolor están dispuestos a tolerar el Gabinete y el Congreso?” indicó Musk. “Se puede lograr, pero exige lidiar con muchas quejas”.

Musk no dio detalles sobre esas quejas y afirmó que tiene una buena relación con el Gabinete del presidente Donald Trump. Pero al ser cuestionado sobre discrepancias con ciertos miembros, especialmente el secretario de Estado Marco Rubio, respondió: “a veces, habrá algunos desacuerdos con el Gabinete”.

Defendió los intentos del DOGE por acceder a los datos personales de los estadounidenses, descartando las preocupaciones sobre un posible “estado de vigilancia” bromeando: “¿Ya no tenemos un estado de vigilancia?” Afirmó que el DOGE necesita acceder a los sistemas en su búsqueda de fraudes, y añadió: “Tiene que haber alguna forma de conciliar los pagos indebidos”.

Declaró que su departamento ha derivado casos de presunto fraude al Departamento de Justicia, aunque proporcionó pocos detalles, incluyendo cuántas derivaciones se hicieron. Antonio Gracias, un inversor de Musk que colabora con el DOGE, destacó la semana pasada la acusación de un hombre iraquí que reside en Nueva York acusado de votar ilegalmente en las elecciones de 2020. Los fiscales federales dijeron que el DOGE ayudó en la investigación.

Un portavoz del Departamento de Justicia (DOJ) afirmó que el DOGE “Trabaja en estrecha colaboración con el DOJ para identificar posibles fraudes”.

Musk reconoció que hubo algunos casos en los que tuvieron que restituir en su empleo a empleados gubernamentales que, en sus palabras, fueron “despedidos por error”, como “algunas personas que realizaban un trabajo regulatorio importante o cuidaban parques nacionales”.

Al ser consultado si había hallado áreas donde recomendaría eficiencias más allá de los recortes, Musk se desvió hacia la estrategia militar de la nación y dijo que ha sugerido reiteradamente al secretario de Defensa, Pete Hegseth, que debería invertir más en misiles hipersónicos y drones de largo alcance en lugar de en sistemas tripulados.

Musk dijo que el DOGE también trabaja para mejorar la conectividad del sistema de control de tráfico aéreo de la nación y revisa planes para optimizar su software, pero el objetivo principal del departamento es “intentar frenar el gasto despilfarrador y fraudulento”.

¿Mantendrá el título de asesor principal del presidente?

“Supongo”.

¿Finalizará el DOGE su labor para julio de 2026, como se había indicado originalmente?

“Si el presidente quiere que nos apeguemos a esa fecha, nos apegaremos a esa fecha.”

¿Cuántos de los aproximadamente 100 empleados del DOGE seguirán en el puesto mientras él se retira?

“Algunos se quedarán. Otros no. Así que depende de ellos. Esto es fundamentalmente una organización voluntaria.”

Musk entabló amistad con Trump durante la campaña de 2024 y gastó casi 300 millones de dólares en la elección, la mayor parte de los cuales se destinaron a ayudar al republicano a recuperar la Casa Blanca. Desde entonces, se ha convertido en una presencia continua con Trump durante gran parte de los primeros 100 días de la administración, viajando con frecuencia con el presidente a su residencia en Florida los fines de semana.

Musk indicó el miércoles que trabajó en el DOGE siete días a la semana durante los primeros meses de la administración, y que a veces pernoctaba en el Dormitorio Lincoln por invitación de Trump.

Rehusó decir cuántas veces había dormido en la Casa Blanca, pero contó que el presidente le había rogado que probara el helado de caramelo de la cocina.

“No se lo digas a RFK”, bromeó Musk, aludiendo al secretario de Salud de Trump, Robert F. Kennedy Jr.

Musk lo describió como un “período intenso” en el cual intentaba comprender y mapear el gobierno federal.

“Es una startup, efectivamente. Una nueva administración es como una startup”, mencionó.

Pero anunció que ahora está dando por terminada su tarea en el DOGE, dedicando uno o dos días a la semana a ello, y proyecta estar menos en Washington.

“Ahora estamos tomando más ritmo, por lo cual la cantidad de tiempo que tengo que pasar aquí es mucho menor”, aseveró.

También señaló la limitación de su estatus como empleado especial del gobierno, lo que implica que solo puede trabajar 130 días en un período de 365.

Dijo que conservará su “pequeña” oficina en el segundo piso del Ala Oeste que, según él, tiene “una vista de nada”, una particularidad que luego comentó, lo mantiene seguro.

“Es más difícil que me disparen”, sentenció. “No hay una buena línea de visión.”

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