Tecnologia

¿Es conveniente tener un asistente virtual en casa?

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Dispositivos como el Amazon Echo con Alexa o los altavoces con Google Assistant permiten controlar luces, poner música o resolver dudas con simples comandos de voz.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribe profesionalmente desde 2017 para medios y blogs en español.

Los altavoces inteligentes con asistente virtual han dejado de ser una curiosidad tecnológica y se han convertido en herramientas comunes en muchos hogares. Dispositivos como el Amazon Echo con Alexa o los altavoces con Google Assistant permiten controlar luces, poner música o resolver dudas con simples comandos de voz. Pero, más allá del efecto inicial, ¿realmente vale la pena la inversión?

La clave reside en el uso que les des. Para quienes tienen dispositivos de domótica en casa, como bombillas inteligentes, termostatos o cámaras de seguridad, un asistente virtual puede ser el centro de control perfecto. Basta con decir “buenas noches” para apagar todas las luces o “me voy” para activar la alarma. Estas rutinas, fácilmente programables, ahorran tiempo y aportan comodidad.

Además de sus funciones prácticas, los asistentes virtuales también ofrecen entretenimiento. Puedes pedirles que reproduzcan tu lista de Spotify favorita, leer las noticias del día, contar chistes o incluso entretener a los niños con cuentos o juegos interactivos. Muchos padres los utilizan como ayuda para establecer rutinas, como avisar a la hora de cenar o despertar a los pequeños por la mañana.

También son una excelente herramienta de accesibilidad. Personas mayores o con movilidad reducida pueden beneficiarse enormemente de tener un control por voz de su entorno, sin necesidad de usar pantallas o mandos. Por ejemplo, mantener la casa limpia con el robot aspirador con solo decírselo y sin tener que tocar la pantalla.

Sin embargo, no todo es positivo. Uno de los puntos más debatidos es la privacidad. Aunque las empresas aseguran que los dispositivos solo escuchan cuando se activa la palabra clave, la idea de tener un micrófono encendido permanentemente en casa no agrada a todo el mundo. Además, en ocasiones el reconocimiento de voz falla, sobre todo si hay ruido ambiente o se usan expresiones poco comunes. Requieren cierto entrenamiento, y eso siempre es otra inversión. Por cierto, así puedes acceder a las grabaciones de tu dispositivo con Alexa.

Otro aspecto a considerar es la dependencia del ecosistema. Por ejemplo, Alexa funciona mejor con productos y servicios de Amazon, mientras que Google Assistant está más integrado con Android y sus aplicaciones. Los usuarios del ecosistema Apple probablemente preferirán Siri, aunque su rendimiento en altavoces como el HomePod es algo más limitado.

Un asistente virtual sí merece la pena si buscas comodidad, tienes dispositivos inteligentes o simplemente quieres facilitar tareas cotidianas. También es una buena inversión para familias con niños, personas mayores o usuarios con movilidad reducida. Eso sí, si solo buscas poner música o resolver dudas puntuales, puedes hacerlo desde tu móvil sin necesidad de otro dispositivo. En ese caso, el gasto no se justifica tanto.

Pero como en muchas decisiones tecnológicas, lo importante es valorar si realmente va a mejorar tu día a día. Y en ese sentido, el asistente virtual puede pasar de ser una curiosidad a convertirse en un aliado imprescindible en casa. Además, los precios de estos dispositivos son ya muy asequibles, por lo que apostar por uno para experimentar no es mala idea.

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