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Por costumbre, los sastres de la casa Gammarelli confeccionan tres juegos para no fallar con la talla del nuevo pontífice: bajo, mediano, alto. Pero en esta ocasión, el Vaticano les solicitó que no lo hicieran.
Y a pocas horas de que los cardenales se encierren en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Francisco, la sastrería rival de Raniero Mancinelli aprovecha la situación para ofrecer su propio conjunto.
“Debo entregarlos entre hoy y mañana, las sotanas blancas, el fajín, el solideo”, explicó a la AFP Mancinelli. “Puede que las necesiten para el nuevo papa, deben estar listos antes del cónclave para que las usen si es preciso”.
– Peso sobre altura –
Mancinelli ha hecho ropa para varios papas en el pasado, pero nunca ha tenido el honor de hacer el primer conjunto, que se utiliza cuando el nuevo pontífice se dirige al público desde el balcón de la basílica de San Pedro.
Confecciona a mano las piezas con la intención de entregarlas al Vaticano antes del cónclave, que inicia el miércoles.
Mancinelli también está elaborando tres tallas para adaptarse a cualquier tipo de papa, aunque indicó que prioriza el ancho sobre la altura, ya que desde el balcón no se aprecia la caída del traje.
Lorenzo Gammarelli dijo a la AFP la semana pasada que su sastrería familiar se había preparado para hacer las tres sotanas vírgenes, como es tradición, pero que el Vaticano les informó que “se habían encargado de ello”.
Estimó que las vestimentas del nuevo papa serán “las de los cónclaves anteriores”.
“Cada vez hicimos tres túnicas y ellos usaron sólo una”, aseguró.
Pero Mancinelli, que ha sido sastre durante 70 años en su histórica tienda en el Borgo Pio, a un paso del Vaticano, espera lo contrario.
– Una propuesta –
Aunque el Vaticano no ha solicitado que haga las sotanas, explicó que posee las habilidades necesarias para confeccionarlas, ya que trabajó ya con siete papas.
“Las estoy haciendo, las estoy ofreciendo, no me las pidieron”, aclaró. “Si usan mis cosas estaré muy contento”.
El sastre viste también a obispos, sacerdotes y seminaristas católicos. De hecho, está muy ocupado con encargos de última hora antes del cónclave.
“Hay cardenales que necesitan una faja, un solideo, un cuello. Me encargo de eso”, dijo Mancinelli.
Originario de la región de las Marcas, en el centro de Italia, entró en este oficio por casualidad, después de que un día le ofrecieran el trabajo de hacer sotanas para el Vaticano.
El taller está lleno de fotografías de Mancinelli y los papas. Hizo personalmente trajes para los últimos tres pontífices, incluido Francisco.
Clérigos de todo el mundo suelen visitarlo durante sus visitas a Roma. Algunos son amigos, otros han ascendido en las filas de la jerarquía católica.
– Francisco –
La elección de Francisco fue una sorpresa: un forastero del “fin del mundo”, como él mismo dijo el día que inició su pontificado.
No estaba en las listas de favoritos antes de su elección en 2013.
Mancinelli dijo que el argentino no había sido uno de sus clientes habituales, aunque pudo haber pasado por la tienda en algún momento.
“Con tantos sacerdotes, obispos y cardenales entrando y saliendo, es difícil recordarlos a todos”, señaló.
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