Salud

El doctor que transformó Cristo Rey en un símbolo de esperanza

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Su clínica, ubicada en Cristo Rey, inició hace más de 40 años en un modesto consultorio de madera y cartón.

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Hoy, en tu Barrio se trasladó al corazón de Santo Domingo, República Dominicana, para conocer la historia del doctor Félix Antonio Cruz Jiminián, conocido como el “Ángel del Pueblo”, quien ha dedicado su vida a salvar miles de vidas. Su clínica, ubicada en Cristo Rey, inició hace más de 40 años en un modesto consultorio de madera y cartón. Con el tiempo, se ha transformado en un centro de atención médica que atiende diariamente entre 2,500 y 3,000 pacientes, el 80% de ellos sin costo alguno. El doctor Cruz Jiminián recuerda con emoción sus comienzos, cuando fabricaba los muebles de su consultorio con sus propias manos y clavaba un letrero de cartón en un poste de luz. “Comenzamos con un pequeño consultorio de madera, techado con un cartón piedra que simulaba el zinc. La camilla la hice yo mismo, al igual que el escritorio. También coloqué un pequeño letrero de cartón, que pinté con mis propias manos, donde se leía: ‘Consultorio Dr. Cruz Jiminián'”, recordó entre lágrimas y nostalgia el galeno en esta entrega de Hoy en tu Barrio. “Me subí en una silla y clavé el letrero en un poste de luz que aún sigue aquí. Mientras tanto, fabricaba la camilla, vistiendo pantalones cortos, bañado en sudor y con un serrucho en la mano. También era carpintero y albañil. Recuerdo a mi mamá, que lavaba por paga. Estaba en el patio de la casa con un montón de ropa, lavando para los vecinos de la zona. Sus dedos estaban pelados, sangrando de tanto trabajo”, narra con orgullo el “Ángel de Cristo Rey”. Hoy, su clínica es un símbolo de esperanza y humanidad, donde cada paciente recibe atención sin importar sus recursos. Más de 4,000 niños con labio leporino han sido operados gratuitamente en sus instalaciones, que también atienden casos complejos como hidrocefalia y enfermedades congénitas, brindando soluciones médicas a quienes más lo necesitan. El doctor Cruz Jiminián, conmovido por la desesperación de tantas familias afectadas por la pobreza, asegura que no puede quedarse indiferente ante la necesidad. Con sus manos y su corazón, el doctor Cruz Jiminián no solo ha construido una clínica, sino un legado de amor y solidaridad que inspira a creer en el poder transformador de la bondad. Su historia nos recuerda que, con dedicación y humanidad, es posible hacer del mundo un lugar mejor. “Me apena mucho cuando veo a un padre llegar con la pobreza reflejada en su ropa desgastada, sus zapatos rotos, la piel reseca y un niño en brazos. Siento una profunda tristeza cuando tienen una enfermedad congénita y les cobran dos millones de pesos”, expresó el galeno. “Aquí puedes ser operado del corazón sin abrirte el pecho y regresar a casa el mismo día. En esta clínica trabaja el doctor Crespo Vargas, pionero en la introducción de la sonografía en la República Dominicana. A quienes han cuestionado que esté en Cristo Rey, la realidad les ha obligado a guardar silencio”, precisó enérgicamente. El Dr. Cruz Jiminián, conocido como el “Ángel del Pueblo”, compartió su conmovedor testimonio tras superar el COVID-19, una experiencia que lo llevó al borde de la muerte. Relató cómo sintió que una voz divina le decía que debía regresar a la Tierra para continuar su misión de ayudar a los demás. Con manos temblorosas al recordar ese momento, declaró ante las cámaras de Hoy Digital: “Sentí una voz divina que me decía que debía regresar a la Tierra para continuar con mi misión de ayudar a los demás”. Destacó la importancia de valorar la vida y reflexionó sobre la angustia que provoca la falta de aire, una experiencia que lo llevó a crear una institución dedicada a proporcionar tanques de oxígeno a quienes más lo necesitan.

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