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Redacción Internacional, 9 de mayo (EFE).- El portavoz vaticano ha subrayado que la elección de León XIV como nombre del nuevo papa es una alusión a la Doctrina Social de la Iglesia, que comenzó con ‘Rerum Novarum’, la encíclica del papa Pecci, León XIII.
Añadió que “también es claramente una referencia, no casual, a los hombres y mujeres trabajadores en esta era de la Inteligencia Artificial”.
La ‘Rerum novarum’, que se puede traducir como ‘De las cosas nuevas’ y que lleva por título ‘Carta encíclica Rerum Novarum del sumo pontífice León XIII sobre la situación de los obreros’, se publicó el 15 de mayo de 1891 en Roma. Era el siglo XIX y el papa italiano quiso reflexionar sobre los derechos y deberes de los obreros y de los patronos.
Reconocía que “no solo la contratación del trabajo, sino también las relaciones comerciales de toda índole, se encuentran sometidas al poder de unos pocos, hasta el punto de que un número sumamente reducido de opulentos y adinerados ha impuesto poco menos que el yugo de la esclavitud a una inmensa multitud de proletarios”.
En su encíclica, dividida en 42 puntos, León XIII consideraba “urgente” pensar en la manera de “proveer de la forma oportuna al bien de las gentes de condición humilde, pues es mayoría la que se debate indecorosamente en una situación miserable y calamitosa”.
Criticaba también que en esa época, cuando el socialismo era un movimiento en auge -la Segunda Internacional de los partidos obreros data de 1889-, los socialistas intentaban acabar con la propiedad privada de los bienes, “estimando mejor que, en su lugar, todos los bienes sean comunes y administrados por las personas que rigen el municipio o gobiernan la nación”.
El papa partía de la defensa de la propiedad privada como “un derecho dado al hombre por la naturaleza”, argumentando que “la razón misma del trabajo que aportan los que se ocupan en algún oficio lucrativo y el fin primordial que busca el obrero es procurarse algo para sí y poseer con propio derecho una cosa como suya”.
Reflexionaba sobre que el hombre es anterior a la república y que “debió tener por naturaleza, antes de que se constituyera comunidad política alguna, el derecho de velar por su vida y por su cuerpo”.
Deberes de los obreros y los patronos
León XIII dejó escritos los deberes que corresponden a los proletarios y obreros- “cumplir íntegra y fielmente lo que por propia libertad y con arreglo a justicia se haya estipulado sobre el trabajo, no dañar en modo alguno al capital, no ofender a la persona de los patronos, abstenerse de toda violencia al defender sus derechos y no promover sediciones”.
“No mezclarse con hombres depravados -continúa-, que alientan pretensiones inmoderadas y se prometen artificiosamente grandes cosas, lo que lleva consigo arrepentimientos estériles y las consiguientes pérdidas de fortuna”.
Así como las obligaciones de los ricos y patronos- “no considerar a los obreros como esclavos, respetar en ellos, como es justo, la dignidad de la persona, sobre todo ennoblecida por lo que se llama el carácter cristiano”.
También calificaba de “realmente vergonzoso e inhumano” abusar de los hombres “como de cosas de lucro y no estimarlos en más que cuanto sus nervios y músculos pueden dar de sí”.
Por otro lado, enfatizaba también que “los proletarios, sin duda alguna, son por naturaleza tan ciudadanos como los ricos, es decir, partes verdaderas y vivientes que, a través de la familia, integran el cuerpo de la nación, sin añadir que en toda nación son inmensa mayoría”. Defendía el libre derecho de asociarse y las protestas de los trabajadores, pero proponía que lo más eficaz era anticiparse con la autoridad de las leyes.
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