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“Tengo la pierna dormida, estoy perdiendo sangre, ya usted sabe…”, con tristeza pero, sobre todo, con impotencia, expresó Altagracia Magnolia Reyes Florián, de 51 años, quien se salvó, por un “pelito” de morir baleada, luego de que un agente policial “baleara” el vehículo en el que viajaba junto a otros compañeros de trabajo de la compañía Ricafé.
El suceso tuvo lugar cuando Reyes y sus colegas salían de la Escuela Básica Dr. Clarence Hamilton, del sector Ríochill, del municipio Barahona.
La señora Altagracia recibió un impacto de bala en el muslo de la pierna que requirió su traslado de urgencia a la emergencia del Hospital Regional Docente Universitario Jaime Mota, donde fue atendida de la herida y dada de alta.
Un agente policial, de apellido Cuevas, disparó al vehículo de la empresa Ricafé que prepara el almuerzo escolar en la citada escuela; sin embargo, al salir del centro educativo, el oficial, que conducía a alta velocidad, provocó una leve colisión.
En lugar de indagar en “¿qué pasó?”, supuestamente el oficial de policía desenfundó su arma reglamentaria y disparó varias veces al vehículo, alcanzando a la dama en el muslo de la pierna izquierda, resultando ilesos el chofer, así como el chef de la empresa de elaboración de alimentos escolares.
El vocero de la Dirección Regional Sur de la Policía, con sede en Barahona, sargento Argenis Rubio, al ser contactado sobre este incidente de violencia policial, dijo que el agente se encuentra bajo custodia en la sede de la institución.
Rubio, dijo que de inmediato se conformó una comisión, integrada por varios organismos policiales, incluyendo la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim), quienes deben realizar las investigaciones correspondientes sobre este hecho que pudo haber terminado en una desgracia lamentable.
Enver Onelio Heredia, propietario de la empresa Ricafé, calificó el hecho como “intolerable”, sobre todo, porque el efectivo policial debe tener cuidado al saber que el vehículo salía de una escuela y que “pudo haber transportado estudiantes, en vez del personal que sirve el almuerzo escolar al centro educativo”.
Heredia, dijo que la policía hace todo lo contrario a su misión, que es proteger a la ciudadanía, en cambio, la está violentando. Aseguró que esta acción policial parece estar normalizándose en el país, si se toman en cuenta los últimos eventos que involucran a la institución del orden público.
En ese sentido, dijo esperar que las investigaciones a cargo del ente policial concluyan y que Cuevas, que actuó en contra de personas indefensas, pueda recibir la sanción correspondiente.
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