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El alcalde de Newark, Nueva Jersey, Ras J. Baraka, fue arrestado este viernes 9 de mayo después de negarse a abandonar un Centro Federal de Detención de Inmigrantes durante una protesta, denunciando irregularidades.
Según información en redes sociales y medios locales, el actual candidato a la nominación demócrata para la alcaldía de Nueva Jersey, declaró que la estación migratoria mencionada opera ilegalmente en su ciudad.
El funcionario señaló que el inmueble carece de permisos locales, no ha pasado inspecciones de salud ni de seguridad, y ejerce funciones deteniendo migrantes sin supervisión.
Así, el alcalde Baraka decidió ir al Centro de Detención para verificar su estado, pero agentes federales le impidieron el paso y le pidieron que se retirara, deteniéndolo al negarse a salir.
Por su parte, la directora estatal del Partido de las Familias Trabajadoras de Nueva Jersey, Antoinette Miles, publicó un comunicado exigiendo la liberación inmediata del alcalde y acusando al gobierno de Trump de abuso de poder.
“Este es un arresto profundamente injusto (…) La administración Trump continúa abusando de su poder, violando la ley y acosando a personas por defender a los inmigrantes en Nueva Jersey y en todo el país”.
Tras ser detenido, Baraka fue trasladado a otra instalación federal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Newark, donde permaneció detenido varias horas. Decenas de simpatizantes se reunieron afuera de la estación esperando su liberación.
Alina Habba, ex-abogada del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y actual fiscal federal interina, afirmó que el alcalde cometió “intrusión ilegal e ignoró múltiples advertencias” al negarse a abandonar un centro de detención administrado por el ICE.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional acusó a los manifestantes de irrumpir en las instalaciones cuando llegó un autobús con detenidos, poniendo en riesgo la seguridad de los oficiales.
“La irrupción de estos miembros del Congreso en un centro de detención va más allá de una maniobra política extraña y pone en riesgo la seguridad de nuestros agentes policiales y de los detenidos”, dijo el portavoz en un comunicado.
Otros medios señalan que se trata de un recinto crucial en la iniciativa de deportación masiva del presidente Trump, lo que ha generado gran controversia.
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