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El obsequio de Catar, de acuerdo con The New York Times, satisfaría el anhelo del presidente de disponer de un nuevo Air Force One.
El presidente estadounidense, Donald Trump, contempla aceptar un Boeing 747-800 como donación de la familia real catarí y emplearlo como Air Force One, el avión oficial presidencial, según informaron los medios de comunicación estadounidenses este domingo.
La cadena ABC News afirmó que se espera anunciar esto la próxima semana, en el contexto del viaje que el líder republicano realizará a Arabia Saudí, Catar y Emiratos Árabes Unidos.
El avión es tan suntuoso que es denominado un “palacio volador”, y Trump lo inspeccionó cuando este se encontraba aparcado en febrero en el aeropuerto internacional de West Palm Beach, en Florida.
El canal indica que los asesores legales de la Oficina del Consejero Legal de la Casa Blanca y del Departamento de Justicia elaboraron un análisis para el secretario de Defensa, Pete Hegseth, determinando que es legal que el Departamento de Defensa acepte la aeronave y posteriormente la transfiera a la Biblioteca presidencial de Trump cuando finalice su mandato en 2029, lo que le permitiría seguir utilizándolo ya como ciudadano particular.
Según ABC News, aceptarlo no transgrede las leyes contra el soborno ni la prohibición de la Constitución de que cualquier funcionario del gobierno de EE.UU. acepte regalos “de cualquier rey, príncipe o Estado extranjero”.
El coste de un Boeing 747-800 nuevo ronda los 400 millones de dólares, y el que recibiría Trump tiene cerca de una década de antigüedad, añade el diario The New York Times.
El popularmente conocido como ‘Trump Force One’, que el líder republicano usaba como avión privado, es un antiguo 757 que voló por primera vez a principios de los años 90 y que posteriormente utilizó el cofundador de Microsoft Paul Allen. Trump lo adquirió en 2011.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ordenó al Pentágono destinar 3.900 millones de dólares para un par de Boeing 747-8 que servirían como la próxima generación del Air Force One. La Casa Blanca declaró este febrero que el proyecto “lleva cinco años de retraso, pospuesto hasta 2029 o más tarde, a pesar de que el contrato se adjudicó en 2018”.
El regalo de Catar, según The New York Times, colmaría el deseo del presidente de tener un nuevo Air Force One, tras los reiterados retrasos vinculados a un contrato del Gobierno con Boeing para dos nuevos aparatos destinados a ese fin.
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